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El símbolo de PISCIS es precisamente dos peces unidos entre sí por un hilo conductor,  que nadan en direcciones opuestas. Este simbolismo nos muestra cierta dualidad en el signo, que recoge la posibilidad de orientarnos hacia dos mundos diferentes, el superior y el terrenal. 

Igualmente PISCIS conoce todas las posibilidades, desde lo más elevado de la espiritualidad hasta lo más bajo de la materia, por lo que puede resultar algo impreciso.  Tal y como la cinta une los dos peces, este signo crea un nexo de unión entre el nivel más elevado y el personal,  creando un mundo especial, interior e intuitivo.

Con él se cierra la rueda del zodíaco y de alguna manera recoge las enseñanzas de todos los demás, por lo que resulta ser el signo más difícil de describir y comprender. Asimismo, al poseer todas las tendencias posibles, su propia individualidad puede quedar algo difusa.

Su aportación específica a la naturaleza humana tiene mucho que ver con el espíritu de sacrificio y la conciencia del amor universal. De hecho, la aparición del cristianismo coincide con la era de PISCIS, que está concluyendo para dar paso a la era de Acuario, y los primeros cristianos usaban los peces como símbolo secreto de identificación.

PISCIS conoce y ha asimilado todas las experiencias que puede vivir una persona y por ello está dotado de una ilimitada capacidad de comprensión y de amor. En tanto que humano, es humilde y adaptable a los vaivenes de la existencia. Ve todas las posibilidades y no discrimina, pues es el abanderado de la compasión y el sentido de su vida pasa a menudo por el consuelo y la ayuda a sus semejantes.

Pero este signo también conoce la inspiración más sublime y está dotado para el arte en casi todas sus manifestaciones, siendo capaz de crear las más bellas expresiones artísticas que nos llegan directamente al alma. La creatividad es a menudo una buena salida para sus emociones, siempre misteriosas y  profundas y para su intensa vida interior. Con todo esto a veces se diría, y con razón, aquello de que “su reino no es de este mundo”.

Características generales

PISCIS, efectivamente, es un signo dado a la bondad que necesita fundirse con los demás seres humanos, identificándose con ellos. Por ello, a veces parece que actúe como si fuera diferente de quien es en realidad. Es como si para adaptarse simulara ser otra persona, ya que es muy sensible y receptivo a las condiciones de su entorno.

Este signo no suele tener grandes aspiraciones mundanas y se comporta de un modo desinteresado.  El dinero le importa únicamente como forma de obtener bienestar y no suelen esforzarse en ganarlo ni conservarlo. Tiene tendencia a derrochar, como si el dinero tan solo pasara a través de él. No obstante, si tiene un objetivo que le entusiasma puede hacer fortuna con facilidad y sin proponérselo y en ese caso será muy generoso con sus ganancias.

Es exquisitamente amable, dulce y lleno de una suavidad muy especial. Siempre discreto en su comportamiento,  su trato encantador y su simpatía esconden a veces su tristeza, ya que PISCIS necesita al menos tanto apoyo como sabe proporcionar a los demás. Es hipersensible, fácilmente impresionable y muy sentimental. Puede llegar a simular indiferencia pues se sabe vulnerable, pero busca aliviar el sufrimiento ajeno, es compasivo y altruista y sabe consolar sin juzgar.

El primer instinto de PISCIS es siempre el de ayudar y su abnegación y serenidad le hace ser imprescindible en los momentos difíciles. Siente afecto por los animales y  por los seres desvalidos en general. Todo esa capacidad de amor incondicional, si no se canaliza de un modo constructivo puede convertirse en autocompasión. Puede tener una imagen idealizada de sí mismo, sentirse una víctima o llegar a comportamientos de tipo masoquista. Su gran espíritu de sacrificio le lleva a soportar abusos e incluso a creer que debe redimir las culpas de los demás. 

En PISCIS la pasión debe necesariamente substituir a la voluntad que es un punto que le cuesta desarrollar.  Tiende a la desorganización, al desorden  y a la falta de disciplina, ya que el sentido práctico no forma parte de sus características. Puede llegar a la negligencia,  a descuidarse y a caer en la indolencia, aunque a veces parece ser capaz de hacerlo todo bien.  Su trato agradable y a menudo algo insustancial  impide detectar que tiene inquietudes especiales y suele tratarse de personas complejas más allá de la apariencia, insondables como el mar –o el río- que les gusta tener cerca.

Como esa misma agua, PISCIS está en proceso de cambio constante y se diría que se resiste a formarse una personalidad por no ponerse límites. Las normas le parecen más bien restricciones y a este signo no le gusta sentirse confinado en ningún sentido ya que todo lo que le encierre cree que  le quita espacio para soñar.  La belleza y la desgracia le conmueven en la misma medida.

Necesita paz y tranquilidad, es muy soñador y tiende a formarse un mundo propio, mitad imaginario, que confunde con la realidad. Le gustaría desentenderse de lo material, pero lo necesita y de ahí viene parte de su confusión. Se diría que a veces imagina su vida más que vivirla y la contempla como si fuera un espectador. 

Sus necesidades espirituales le inclinan a la religión, a la práctica de alguna técnica de meditación o a seguir con devoción algún tipo de corriente que de paz a su espíritu, pero puede ser blanco rápido de organizaciones sectarias.  El misterio le atrae tanto como la promesa de hallar el nirvana y tiene tendencias bohemias. Así,  puede ser el hippie que predica amor, el mayor pacifista, o el vagabundo que llega a ser un parásito para la sociedad.

PISCIS busca lo ideal y puede evadirse de la realidad de un modo positivo a través del arte, de la espiritualidad y de la entrega a sus semejantes, o puede hacerlo buscando paraísos artificiales en el alcohol y las drogas de todo tipo. Curiosamente, su actitud ante todo aquello que podríamos considerar como un vicio es ambivalente. Sucumbe a su atracción o siente una especie de distanciamiento total, como si estuviera “vacunado”.

Es por naturaleza indulgente y tolerante pero el hecho de  justificar todas las debilidades humanas le lleva a caer fácilmente en ellas, siendo dado a los excesos y al descontrol. En muchos casos, las personas que se han rehabilitado de una de las adicciones a que es propicio este signo, se convierten en seres muy espirituales y dados a ayudar a los demás. Y este es el signo que pone sus intereses personales en último lugar, que desconoce el egoísmo y el individualismo.   

En general PISCIS tiene una cierta debilidad de carácter ya que le cuesta marcar sus limites. Si tiene que imponerse se siente muy incómodo pues teme llegar a la violencia, que es algo que detesta, y tiende a la pasividad.  Es más bien apocado y a veces se diría que le falta energía para reaccionar porque se resiste a luchar en contra de la corriente y  no cree positivo forzar las cosas.

Prefiere fluir con la vida y amoldarse a las circunstancias, sabe resignarse pero llega a caer en el conformismo, desaprovechando sus cualidades y desperdiciando su vida, como si siempre esperase una oportunidad mejor. La lucha abierta no es su fuerte y si se siente presionado simplemente desaparece. En ocasiones, no obstante, es el gran oportunista, que sabe estar en el lugar y en el momento adecuados.

Puede llegar a convertirse en su peor enemigo, ya que no tiene mucha confianza en sí mismo y se desanima pronto, llegando a ver una pequeñez como un obstáculo insalvable o echando a otro la culpa de sus problemas. PISCIS es paciente y dócil, se deja llevar gracias a su flexibilidad pero también resulta influenciable e inconstante. Escurridizo como los peces que le representan, resulta de algún modo inconsistente e impreciso y se hace difícil de comprender. Sufre un cierto desdoblamiento de la personalidad, que oscila entre el mundo abstracto y el concreto. Quizás su mejor descripción es que resulta indefinible incluso para sí mismo.

Pero su buen corazón no tiene parangón y comprende y practica mejor que nadie la máxima india de que no debes juzgar a nadie hasta que hayas caminado mil lunas en sus mocasines.  Si alguien sabe calzarse esos mocasines es PISCIS, y esa es sin duda una gran lección. 

La Mente de Piscis

Por encima de todo, este signo siente más que razona y tiende a no valorar el enfoque racional, por lo que a veces le falta objetividad o roza el escepticismo. En general recela de aquello que pretende ser demasiado exacto y es sobretodo intuitivo llegando a poseer cierta capacidad parapsicológica cuando no dotes mediumnicas. A menudo es dado a tener presentimientos y premoniciones o sueños inspirados y parece estar dotado de un sexto sentido. Conecta como nadie con el inconsciente y su psiquismo está especialmente desarrollado.

Tiene una gran fantasía y una extraordinaria inspiración y es especialmente creativo. Es el narrador nato y tiene una capacidad casi mágica para escribir sobre sentimientos y sensaciones. Parece conocer la esencia de las cosas que va más allá de las palabras y capta corrientes invisibles que le permiten percibir aquello que escapa a la mayoría. Quizás por esto es como si creyera que los demás han de leer su pensamiento pues suele ser más bien callado y algo misterioso.

Sus procesos de asimilación son instintivos y normalmente saca conclusiones sin darse cuenta de cómo lo ha hecho. Tiene un olfato especial para aclarar aquello que resulta incomprensible para los demás. Su mente es como una esponja que absorbe conocimientos y sentimientos, lo que le produce un fuerte desgaste emocional. Su gran capacidad mimética le lleva a identificarse absolutamente con la otra persona y su receptividad le hace empaparse de la tristeza ajena.   

Por ello necesita mucho descanso y soledad. A menudo parece vivir las emociones en diferido, como si desconectara de su dolor para que éste no le destruya y le dejara reaparecer más tarde, cuando ya ha asimilado la situación y el sentimiento se ha suavizado. Su modo de expresarse puede ser de una sutil belleza pues sabe como conmover y nos hace vibrar.

Pero cuando se trata de comunicarse le cuesta hacerlo de forma concreta. O bien no dice claramente lo que piensa o no le sabemos, entender con lo que los malentendidos están a la orden del día. En el fondo siente que el lenguaje define y le aleja de lo esencial que es por principio indefinible.  Siendo como es un actor nato, a menudo es como si PISCIS se resistiera a decir toda la verdad, tiende al disimulo e incluso a la mentira y le encantan sus secretos.

Esas persona que se describe como alguien con quien te cruzas en una escalera y no sabes si la sube o la baja puede ser la íntima aspiración de PISCIS.  Prefiere dar respuestas poco concretas y vagas siempre que le es posible y resulta más bien desconcertante.  Incluso su letra  tiende a ser cambiante. Tiene una increíble capacidad de abstracción y puede ver todo el desarrollo de los hechos en una ojeada. Para este signo el pasado, el presente y el futuro son una sola cosa.

La realidad y las situaciones prácticas son otro tema. Es despistado hasta niveles increíbles, le encanta divagar y perderse. Posee una auténtica memoria fotográfica pero se le puede olvidar su propia dirección. Es capaz de ver lo que hay más arriba y lo que hay en el fondo pero incapaz de ver lo que tiene delante. Llega a creerse sus propias fantasías hasta el punto de negarse a la evidencia cuando no esta a la altura de su ideal.

Puede tener ideas utópicas y evadirse de la realidad cuando no puede aceptar sus limitaciones. De la misma manera puede ser obsesivo e indeciso como el que más y dado a un concepto fatalista de la vida. Sus tendencias contemplativas pueden llevarle a una cierta pereza, buscando la vía más fácil y hacer que desaproveche su inteligencia y se pierda en espejismos inútiles.

Todo lo que no se puede expresar con palabras le atrae pues siente que le une con su espíritu. Es dado al ocultismo pero también puede caer en la superstición y resulta muy fácil de manipular. Se forja mitos que le facilitan un aliciente para ponerse en marcha y le sirven de fuente de inspiración. Casi siempre, no obstante, es como si PISCIS lo supiera todo y creyera que ya es suficiente con saberlo, que no necesita hacer nada al respecto. Del mismo modo parece pasar por encima de los problemas como si no tuvieran nada que ver con él.

A veces parece que este como ausente o sumergido en una especie de neblina que puede ser de color rosa o de un gris oscuro que le deprime y le deja fuera de juego. Se autoengaña sin darse cuenta como engaña a los demás diciéndoles lo que quieren oír. PISCIS tiende a la timidez pues nota sus limitaciones, es más bien discreto (especialmente si se lo piden) y sabe escuchar como nadie aunque es igualmente capaz de hablar y hablar sin llegar a decir absolutamente nada.

Si estás un rato charlando con PISCIS seguramente te darás cuenta de que hay un momento en el que, simplemente, se desconecta. Su cuerpo sigue allí, desde luego, pero su mente ha volado. Luego, ilógico como es, podría repetirte palabra por palabra lo que le has dicho a pesar de que cuando rompe su silencio parece regresar desde muy lejos.   

Si flexibilidad le lleva a ceder fácilmente y ser objeto de imposiciones y abusos. Si se le exaspera puede volverse sarcástico, aunque pronto vuelve su dulce calma y  su habitual humor algo surrealista, que puede ser una máscara con la que esconde sus emociones como el payaso que llora por dentro. PISCIS puede ser un genio o parecer la mediocridad misma, pero siempre hace aquello que le dicta su conciencia.

Piscis y las relaciones

Siempre a punto para proporcionar alivio y ayuda a los demás a PISCIS no le faltan amigos cuando pasa un mal momento, a pesar de sus tendencias solitarias. Es un compañero muy agradable, desinteresado y adaptable que sabe perdonar y ponerse en el lugar del otro. Enseguida te acoge, te ofrece una copa, pone música suave y se ofrece a cocinar. Busca complacer y sufre por aquellos a quienes ama que a veces llegan a explotarle o se aprovechan de su ingenuidad. Este signo tiene lo mejor y lo peor y raramente deja indiferente a nadie.

Es hospitalario y generoso, sabe sentir como propias las penas y las alegrías de los demás y tiene un especial apego a sus amigos de quienes espera guía y consejo. Entre sus amistades su presencia es como un bálsamo y con ellas está en su elemento al ejercer su sentido del amor universal. Personalizar es otra cosa, pues se diría que nadie puede satisfacer del todo sus anhelos.

PISCIS es fácil de enamorar y también se desencanta enseguida. Tiende a hacerse demasiadas ilusiones y su concepto idealizado del amor le  lleva a sufrir desengaños. Da más de lo que recibe, es dulce y entregado. En su búsqueda de lo inaccesible parece buscar reproducir escenas de película más que vivir una realidad que a menudo le decepciona y le descoloca.

Se diría que inconscientemente huye de la felicidad “real”, estable y definitiva llegando a perder oportunidades concretas porque no corresponden a sus sueños. Y de la misma manera soporta abusos y situaciones que le hacen sufrir más allá de lo justificable como si en sus relaciones necesitaran desempeñar el papel de víctima o de salvador del otro.

Extraordinariamente romántico, este es el signo que en mayor medida sublima sus sentimientos, mitificando a un héroe o personaje famoso en quien sueña y que le aleja del amor de verdad. Asimismo que puede llegar a ser un adicto a las relaciones, viviendo su vida a través de la del otro. Es como si no supiera donde acaban los demás y empieza su propia persona. Llevado de la fantasía, parece preferir los amores misteriosos, secretos o platónicos cuando no imposibles y parece atraer las situaciones complicadas. En realidad más bien las crea él mismo con su tendencia a huir de los problemas por su miedo al conflicto. Las personas problemáticas a las que puede redimir y aquellos de quien hay que cuidar le atraen poderosamente.

En algunos casos puede compartir su intimidad con una persona y estar conectado en su  corazón a otra distinta. Suele buscar el camino más fácil y tiende a la autoindulgencia, no sabe decir que no y sucumbe pronto a las tentaciones, ya que cae con frecuencia en un estado de melancolía que hace flaquear su más bien precaria voluntad. En última instancia no estaríamos ante un ejemplo de intachable fidelidad, al menos en un sentido estricto. Pero si se halla bajo el hechizo de alguien que satisface sus necesidades románticas puede sacrificar sus apetencias y mantenerse fiel.

Lleva su anhelo de fusión con el otro incluso a las relaciones pasajeras y las separaciones le causan un gran problema pues PISCIS tiene mucho miedo de ser abandonado. Paradójicamente suele tener cierta sensación de aislamiento, como si no pudiera conectar con los demás. En ocasiones se escapa temporalmente y después reaparece como si tal cosa.

A menudo se tienen que adivinar sus sentimientos, por intensos que sean, como si ya fuera suficiente  experimentarlos y los guardara para sí o se olvidara de manifestarlos. Generalmente sus demostraciones afectivas son sutiles, llenas de matices pero difíciles de concretar. Es dado al sentimentalismo y se le hiere con facilidad hasta las lágrimas.

Seduce de una manera casi misteriosa, manteniendo a la otra persona en vilo, está dotado de un fuerte magnetismo y es muy sensual. Es un gran seductor, ávido de crear y experimentar sensaciones especiales. La sexualidad es en PISCIS un arte sutil pues saben captar los deseos de su pareja, a la que se entrega para lograr una fusión total.

Sabe crear el ambiente adecuado que disuelve las barreras y las resistencias del otro. Es un amante refinado y fantasioso que sabe dar a su pareja exactamente lo que desea. Cuesta mucho resistirse a su poder de seducción y renunciar al placer que sabe proporcionar es casi como desengancharse de una droga. Las cenas en lugares románticos o exóticos, en una mesa situada en un rincón e iluminada con velas, pañuelos de gasa sobre una lámpara de luz tenue, conversaciones íntimas, baños aromatizados para dos y paseos a la luz de la luna son su especialidad.

La mujer PISCIS es la quintaesencia de la feminidad, dejando la iniciativa a su pareja. El hombre capta y comprende los estados de ánimo de su compañera y la envuelve con tiernos mensajes y regalos. El compromiso, en cambio, es otra cosa. Si puede no concretará el día y la hora de una cita así que para qué hablar del matrimonio. Es más bien reacio a casarse y se le conquista con suavidad, persistencia y dando muestras del más elemental sentido común que a veces le falta para escoger a su pareja.

A veces, hasta viviendo un matrimonio feliz sueña con escaparse para compensar la monotonía de la vida cotidiana. PISCIS necesita que el romanticismo presida su vida para convertirse en el amante devoto y abnegado que es y que su particular película tenga un final feliz. En su hogar, siempre abierto a todo el mundo, encontraremos un ambiente relajante y cómodo sin ser especialmente ordenado. Es posible que tenga algún animal, especialmente un gato,  y que en su casa abunden las plantas, tenga flores frescas y una buena selección de películas. Se escuchará música clásica, suave o New Age y tendrá algún objeto exótico. En la medida de sus posibilidades tendrá una habitación extra para acoger a alguien con problemas. Para PISCIS todos los lugares son como su casa y cree que nada le pertenece de verdad.

Cuando tiene hijos tiende a mimarles demasiado y si tiene varios se inclinará por el más débil o problemático. Es comprensivo y tolerante y se sacrificará por su felicidad más que ningún otro signo. Seguramente dará tanta importancia a su formación artística como a la académica.

La Profesión de Piscis

Como en otros ámbitos de la vida, allí donde se encuentre trabajando PISCIS aportará paz y calma. Sabe adaptarse al trabajo con su particular inteligencia maleable, que le lleva a evitar especializarse en nada concreto. Teme cansarse de lo que hace y duda de aquello que le parece demasiado sencillo. Esto hace que a veces no pueda fijarse un objetivo concreto pero una vez tiene claro un proyecto se consagra a él.

Generalmente está más dotado para el arte que para la ciencia y tiene un gran talento para completar lo que han hecho otras personas. Trabaja buscando el aprecio de los demás y necesita amar su tarea. Su rendimiento mejora ostensiblemente si siente que su labor es útil. Prefiere evitar aquello que requiere demasiada disciplina o que conlleva trabajar en lugares demasiado ruidosos o agresivos.

Da más de sí en trabajos variados pues no lleva muy bien la rutina y tiende a la desorganización. El ambiente de trabajo es muy importante pues llega a contagiarse de su entorno. Si pierde el interés por lo que hace puede dispersarse pero sabe improvisar y sortea los obstáculos como si nadara suavemente evitando los escollos de la costa.

No le gusta mandar pues el poder no le atrae y las responsabilidades le asustan. Pero cree estar capacitado para cualquier cosa y suele sobrepasar sus atribuciones. PISCIS puede convertirse en un adicto al trabajo o en el otro extremo, dejarse llevar por la inercia y la pereza.

Este signo favorece las vocaciones sublimes, la religión y la filantropía. Es el pacifista, el político que asume grandes ideales y el líder espiritual que defiende una fe y busca la comunión con sus semejantes. Puede ser el hombre de paja, el jefe de una secta, un monje o un mafioso. Un camello o un traficante,  policía de la brigada anti-corrupción, sanador o estafador, oscilando siempre entre el vicio y la virtud.

PISCIS es actor, mimo, bailarín, coreógrafo, ilusionista o hipnotizador. Puede ser fotógrafo, director, iluminador maquillador o montador de cine, dedicarse a la venta de productos fotográficos o trabajar en un video club. Es escritor, poeta, novelista y un narrador excelente, modelo fotográfico o artístico, músico y artista en general. Puede dedicarse a la publicidad,  a vender o diseñar calzado, a la peluquería, cosmética y hostelería.

Será nadador, instructor de natación, vendedor de material náutico o dedicarse al mantenimiento de piscinas y estanques. O bien pescadero, marino, oceanógrafo, biólogo marino, organizador de cruceros o trabajar a bordo de un buque. Asimismo será escafandrista, se dedicará a hacer dragados, trabajará en un submarino o en un club náutico.

Será farmacéutico, visitador médico, especialista de laboratorio y vacunas, anestesista, podólogo o cirujano de los pies. Es el psicólogo, el enfermero, asistente social y empleado de un asilo, institución de caridad, cárcel o asociación para recuperación de adictos o reinserción social. Es ideal para las profesiones dedicadas a cuidar de los demás y el ayudante perfecto. 

Es el propietario de una lavandería o tintorería, el químico y el empleado de gasolinera o la compañía de aguas, así como el inspector del gas. Trabaja en la venta de alcohol y tabaco, en destilerías y bodegas, como catador de vino y aceite, preparando cócteles o en la llamada economía sumergida. Puede dedicarse al ocultismo, a la interpretación de los sueños o  la mitología. En ocasiones PISCIS posee un olfato casi infalible para la especulación y las operaciones bursátiles que suele ser más bien un divertimento.

La Salud de Piscis

En el organismo representa los pies que nos conectan con la tierra de donde provenimos y soportan el peso de nuestro cuerpo, permitiendo que nos mantengamos derechos.  Los pies nos relacionan con la realidad –de ahí la conocida frase de “tener los pies en el suelo”-, y ese contacto de PISCIS con aquello que simbólicamente se pisa y que la sociedad ha tirado le permite la comprensión de las miserias humanas. En las plantas de los pies se encuentra un compendio de la totalidad del cuerpo humano, representado en los puntos correspondientes a cada órgano que trabaja la reflexología podal.

Así este signo tiende a trastornos de los pies, que pueden reflejar problemas de la columna vertebral, a la retención de líquidos y a tener las piernas pesadas, o a problemas linfáticos y del sistema glandular, ganglios y secreciones. Su metabolismo es mas bien lento y a veces le cuesta “arrancar”. Su extremada sensibilidad produce trastornos psicosomáticos o por hipersensibilidad nerviosa, alergias o infecciones. Se asocia con problemas pulmonares y es el signo de la tuberculosis que se relacionaba con estados de profunda melancolía, y tiende a la depresión y las adicciones.

Puede tener males casi imaginarios debido a su poder de sugestión, o malestares difusos de diagnóstico poco claro y le conviene ayudarse a eliminar toxinas y dormir mucho. No es un signo especialmente resistente ya que su fuerza es más bien interior y además no suele cuidarse mucho. El yoga, la homeopatía, la fitoterapia y el termalismo le favorecen y es un signo dado a recurrir a la hipnosis y el psicoanálisis.

Para terminar, repasaremos algunos rasgos del físico de PISCIS.  Hay que tener en cuenta que estas características, igual que el resto de detalles de la descripción del signo, son generalizaciones y que cada persona (según el resto de posiciones planetarias de su Carta Astral y su voluntad de mejora y conocimiento personal) las vivirá de diferente manera.

El signo de PISCIS favorece una estatura mediana, pelo abundante que suele ser oscuro y largo. La tez es pálida y cara ovalada, más bien ancha con expresión soñadora. Sus grandes ojos “acuáticos”, de mirada perdida, parecen sobresalir.  El cuerpo y la cara suelen ser más bien carnosos con tendencia al doble mentón, las extremidades cortas y delgadas y las formas redondeadas. Las manos son ser grandes y sus bonitos pies les hacen andar como si estuviera flotando sobre el suelo. Suele ser muy expresivo y está dotado de una gran capacidad para la mímica, con una presencia discreta que transmite suavidad.

PISCIS, con su anhelo de fundirse con los demás, conoce el sentido de la frase “todos son otro yo mismo” como si quisiera hacer realidad el precepto de amar al prójimo como a sí mismo. Otra cosa es si sabe amarse a sí mismo de verdad.

 

Famosos del signo de Piscis

Federico Chopin, Claude Renoir, Miguel Angel, Rudolf Nureyef, Copérnico, George Washington, Casanova, Pio XII, Victor Hugo, Maurice Ravel, Albert Einstein, Nijinski, Haendel, Enrico Caruso, Michel de Montaigne, Rimsky-Korsakov, Ted Kennedy, Rex Harrison, Ursula Andress, Rosa Luxemburgo, Carlos V, Boris Vian, Johan Sebastian Bach,  Harold Wilson, Le Verrier, Flammarion, Schopenhauer, Elizabeth Taylor, Jerry Lewis, Peter Fonda, Harry Belafonte, Jean Harlow, Liza Minnelli, Svetlana Stalin, Felipe González, José María Aznar.