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El símbolo del signo de ESCORPIO es precisamente un escorpión, inquietante arácnido que en su pequeñez concentra suficiente fuerza y determinación como para dar fin a su vida si se encuentra en una situación irresoluble. Entonces se inocula el veneno contenido en su propio aguijón, en una acción suicida muy rara entre los animales. Esta es su característica más peculiar unida a su caparazón articulado aunque rígido, su resistencia, su atracción por la oscuridad… y su misterio.  Y es que hay que admitir que el escorpión nos  inspira mucho respeto, cuando no temor.

Se le asocia también a la águila y la serpiente que representan los dos extremos de la naturaleza humana. La águila, imponente se eleva hasta el cielo pero para capturar con sus garras a la mejor presa. La serpiente, sibilina, se arrastra y mimetiza para morder pero sabe deshacerse de su piel y al cambiarla parece que renace. Estos son, simbólicamente el tormento y la grandeza de ESCORPIO, signo de constante profundización, de contraposición de la vida frente a la muerte y de firmeza.

Este es el signo de la metamorfosis, de la muerte entendida como liberación de la materia que se transforma en la dimensión espiritual. Es la fuerza que encontramos en nuestro interior cuando superamos el miedo y exploramos los abismos de las emociones. Representa tanto la resurrección como la autodestrucción, la perdición y la salvación. Consigue la regeneración a partir de la descomposición por lo que busca demoler instituciones, teorías y creencias para reconstruirlas y mejorarlas.

Su planeta es Plutón, muy lejano y en cierto modo enigmático ya que pone a prueba algunas premisas científicas hoy en día consideradas como válidas. Es el planeta de la energía atómica, el proceso que reproduce artificialmente, en fracción de segundos, la temperatura del Sol. El fenómeno creador de vida que se puede convertir en el aliento del infierno. ESCORPIO refleja esa potente energía concentrada tanto como esta dualidad máxima. El escorpiniano medio, no obstante, no tiene nada  particularmente inquietante… al menos la mayor parte del tiempo.

Es el octavo signo del zodíaco y representa así mismo al sector octavo de la carta astral. Los seis primeros forman la mitad del círculo zodiacal y con ellos se completan el desarrollo físico, la supervivencia, los aprendizajes elementales y los sentimientos básicos de la persona. El séptimo, que es Libra, representa la transición entre la vertiente personal y la transpersonal, el puente hacia aquello que nos trasciende y nos hace evolucionar.

Así, Libra analiza y argumenta, despersonaliza y refina, compra y armoniza en su eterna persecución del equilibrio. Pero es necesario que la balanza se incline para seguir avanzando. Así la radicalización sigue al pacto, y el conocimiento de la oscuridad a la belleza como la profundización sucede necesariamente a la superficialidad.

Si Libra eleva lo que han formado los demás signos, Escorpio lo perpetúa. Sin su aportación desconoceríamos el sentido del compromiso total. No sabríamos vencer la adversidad ni utilizar constructivamente la sublevación. Nos faltarían los recursos que nacen de la astucia y la tenacidad que proviene de la determinación; el análisis, sin el camino abierto por la investigación nos dejará desorientados.

Sin este signo, los enigmas quedarían sin resolver y el instinto y la razón no se podrían amalgamar, estás funciones definen su propósito. Y en su potente energía emocional se encuentra su gran capacidad regeneradora que le permite resurgir, como el mítico «ave fénix», de sus propias cenizas cuando parece derrotado. A menudo, la persona ESCORPIO realiza una vez u otra a lo largo de la vida un cambio muy radical, un giro de 180 grados, como si necesitaran morir –de hecho en el tiempo de este signo muchos países dedican un día a los difuntos- para volver a comenzar y poder renacer.

Y es que ESCORPIO tiene mucha energía y en cantidades inacabables, que sabe dosificar como nadie y que ciertamente necesita, ya que vive intensamente ya sea el dolor o la alegría. Tanto, que pone pasión -concepto que con este signo encuentra su sentido más auténtico- en todo lo que le interesa por trivial que pueda ser. Sus pasiones son imperativas, encendidas hasta la violencia y si bien quedan frenadas por su rígido autocontrol, de una forma u otra terminan por aflorar. Sus deseos son igualmente poderosos y con la alianza de su legendaria voluntad siempre los acaba realizando.

ESCORPIO es muy emocional, «orgánico» casi, como si todo lo que hiciera le viniera de las entrañas, por lo que tiende a considerar sus impresiones como definitivas. De aquí la obcecación que puede hacer que se enganche a situaciones autodestructivas. A veces parecería que busca el sufrimiento en un íntimo anhelo de purificación o que crea dificultades  para así poderlas combatir.

Características generales

Este signo parece necesitar ponerse a prueba ya que para ellos luchar significa estar vivo y el deseo de vivir le trae loco. Nunca tiene suficiente y se consume en la insatisfacción y la angustia aunque exteriormente parece inmutable, como si las tormentas desencadenadas en su interior le fueran alienas.

Complejo como es, a que negarlo, se autoprotege sistemáticamente incluso cuando juega con ventaja. Mantiene un talante discreto, sobrio, con una calma que desconcierta y oculta sus problemas y sus sentimientos. Puede que sus emociones le parezcan demasiado fuertes para explicarlas y las medita en silencio.

Su fuerte instinto de autopreservación implica la desconfianza por norma y le tiene en un estado de alerta constante. Parece hermético, prefiere no mostrar abiertamente sus habilidades y raramente cuenta ni justifica lo que hace. Por eso es tan bueno guardando secretos. Incluso en caso de que se muestre parlanchín, como si quisiera despistarnos,  si les escuchamos atentamente  veremos que no hablan sobre nada que sea íntimo o tan siquiera personal.

En el fondo creen que conservando cierto misterio sobre sí mismos los demás les valorarán más, pero su actitud acaba creando una barrera que le impide satisfacer sus propias necesidades. Claro que, ¿cómo no va a ser precavido ESCORPIO si se siente amenazado instintivamente en primer lugar por si mismo?. Temeroso de su propia fuerza interior y la tempestad de sus emociones, tiende a reprimirlas y su temperamento se vuelve entonces compulsivo.

Básicamente individualista, rechaza el sistema establecido. No le gusta depender de las normas de los demás, por lo que hace su propia ley y la sigue a rajatabla, hasta las últimas consecuencias. ESCORPIO es íntegro, honrado a carta cabal y su palabra es sagrada, por lo que se gana el respeto de los demás. Dado que trata de mejorar todo aquello que sea mejorable –con lo cual el peso de la responsabilidad es inacabable-, tiene espíritu reformista y se enfrenta al poder, si es necesario desde la clandestinidad. Si la espontaneidad no fuera tabú para él, ESCORPIO exclamaría a menudo «esto me subleva». No le gustan los privilegios, detesta el arribismo y rechaza a los oportunistas.

Tiene un fuerte sentido de la «finalidad» en la vida y siempre hace uso de todos sus dones. Se cree amo de su destino y se crece ante la adversidad. Se diría que pulveriza los obstáculos con su implacable determinación. De hecho, suele tener grandes ambiciones, siendo un maestro en planificación y un estratega nato.

A estas alturas ya parece lógico deducir que ESCORPIO es fuerte. Nunca, y quiero decir jamás, se le verás vacilar. En realidad quiere ganar siempre, llegando hasta el final y pasando a veces por encima de los demás. Si su amor propio le aporta dignidad, su orgullo le puede llevar a la arrogancia.

Es consciente de lo que hay en él de bueno y malo, pero no le importa lo que opinen los demás. Domina la adversidad y sabe conservar la calma en momentos críticos, que sus inacabables recursos le permiten vencer y superar. En este signo el valor se escribe con mayúsculas y es capaz de dar su vida por una persona o por una causa.

Ve lo mejor y lo peor de los demás y de la vida y puede posicionarse en uno de los dos extremos, buscando el sentido de la existencia. Transmite seguridad  y puede parecer frío, indiferente y duro. Por detrás de su apariencia impasible –la”cara de poker” tiene denominación de origen escorpiniana-., el interior está en ebullición constante como si se tratase de una olla a presión. Por muy acompañado que esté, en el fondo es ser solitario, que tiende a torturarse.

La Mente de Escorpio

Su perspicacia y sagacidad hacen que difícilmente le pase nada por alto, siendo un fino observador de la realidad. Su fuerte psiquismo le permite saber por adelantado como son los otros y raramente se le engaña, por lo que ejerce un fuerte control sobre su entorno. El problema es que tiende a creer que puede controlarlo todo.

Su excepcional intuición le sirve de guía: se concentra, interioriza y analiza. En él todo es premeditado pero tiene un sexto sentido que le aporta la clarividencia y hace que llegue a la raíz de los problemas. De hecho se muestra tan inescrutable como llega a ser inquisitivo  cuando es él quien indaga en los demás.

Su rostro enigmático no se prodiga en sonrisas pero cuando lo hace es de verdad. Si le pides la opinión prepárate porque a escuchar la verdad de forma simple y concreta. Su juicio es prácticamente infalible y con el reafirma su innata autoridad. Tiene las ideas muy claras y por eso mismo puede ser obstinado y obcecarse hasta la irracionalidad más absoluta. Está dotado de una mente aguda, ávida más que curiosa, para descubrir la secreta naturaleza de las cosas. Cuando no ha de resolver ningún enigma se lo imagina, por el puro placer que le representa el reto de descifrarlo. Es el investigador impenitente que resuelve jeroglíficos y descubre pistas inexplicables.

De hecho, a ESCORPIO le va bien dedicarse aunque sea a ratos a algún tema profundo, complejo, que sienta que no va a llegar a dominar con facilidad y le resulte estimulante. Con este desafío canaliza su capacidad de una manera constructiva y evita complicar innecesariamente las cosas triviales de su vida diaria.

Sabe ser persuasivo y tiene un gran poder de convicción. Sus palabras, normalmente escasas, no pasan desapercibidas. Ejerce la ironía con soltura y domina el humor inteligente, que puede derivar en cáustico sarcasmo. Puede ser extremadamente encantador pero también es tremendamente suspicaz al estar siempre en posición defensiva.

Se comporta con exquisita cortesía aunque experimenta simpatías y antipatías irrevocables y muy marcadas. ESCORPIO es un adversario severo y es mejor tenerlo como amigo, pues puede acumular resentimientos y poner en marcha maquiavélicamente sus represalias. La conocida frase que dice que “la venganza es un plato que se sirve frío” se la tiene bien aprendida. Se puede convertir en mezquino y malicioso, hiriendo cruelmente al adversario con  pocas pero bien elegidas palabras.

La polémica resulta un buen ejercicio mental para este signo, pero llevarle la contraria no es muy recomendable pues su cólera puede ser explosiva en un sentido bastante estricto. Por otra parte, tiene memoria de elefante y recuerda por igual un favor y una mala pasada. Desconoce las medias tintas, ya que él mismo es en realidad un extremo, así que te adora o te detesta y en este caso lo mejor que te puede pasar es que te excluya, castigándote abiertamente con su indiferencia helada.

El resentimiento, no obstante, existe y la amargura que experimenta, si la cultiva, le puede llevar a caer enfermo con la fuerza del veneno que se vuelve hacia dentro. Es necesario trascender la rabia,  enfocando la energía hacia objetivos elevados y constructivos, ya que si se bloquea, ESCORPIO puede caer en la autodestrucción adentrándose en la parte más peligrosa, mórbida o perversa de la vida.

Escorpio y las relaciones

Por su fuerte sensualidad tiende a buscar los lujos, mientras no decida escoger el ascetismo, y a vivir muy intensamente. Esto se hace extensivo a sus relaciones amorosas, pues nadie  es más atractivo y seductor cuando se lo propone y sabe ganar su objetivo creando una tela de araña en la que te atrapa sin que te des cuenta.

Para ESCORPIO seducir no deja de ser una manera de ejercer poder y necesita cautivar para sentirse vivo. Es fuertemente posesivo y celoso, dado que  en general y no solo en el amor, tiene un fuerte sentido de la propiedad. Sabe muy bien lo que le pertenece, y si te quiere parece querer apropiarse de ti.

Sus amores y odios, así como sus gustos y aficiones, tiene la misma intensidad y cambian también de forma radical, de un extremo al otro y de un día para otro, siempre después de mantenerlos durante una larga etapa. Pero aman con auténtica devoción, buscando una especie de comunión espiritual, y se comprometen del todo y hasta el final.

Quizás seria necesario aclarar su concepto de final que muy a menudo puede ser dramático, como si esa persona hubiera muerto para ellos. La intensidad de ESCORPIO, difícil de igualar y satisfacer, puede crear frustraciones y hacer las relaciones retorcidas o complicadas. Este signo parece exprimir las situaciones y las relaciones hasta que no le pueden dar absolutamente nada más.

Puede ser increíblemente generoso tanto como insultantemente egoísta, y pasar de ser sexualmente tórrido a la más absoluta frialdad. Y es precisamente su férreo autocontrol lo que le cierra las puertas de la felicidad. La insatisfacción amorosa le puede llevar a buscar la compensación en el bienestar material y si así lo decide ESCORPIO tiene capacidad para hacer fortuna.

De todos modos, lo que anhela por encima de todo es la fusión con el otro, dejar de ser él mismo al poseer a su amante y transformarse al ser poseído por el otro, creando una nueva  corriente de energía. Es el signo del erotismo, con un instinto sexual profundo y creativo, que anhela y necesita tener hijos ya que representan una forma de transmitir la vida y perdurar con ella.

ESCORPIO firmaría la frase de Boris Vian «Sexualmente, es decir con mi alma». Y este enfoque de la sexualidad, llevado a un extremo se puede convertir en una adicción compulsiva al sexo y llevarle a relaciones de tipo sadomasoquista. Bien canalizada, no obstante, la pasión sexual resulta una buena manera de descargar la tensión, liberándose de la angustia que a menudo les tortura.

Pueden tener largas épocas de fuerte actividad sexual, seguidas de otras de abstinencia, pero sus necesidades son fuertes y busca superarse a si mismo también en este ámbito, en el que espera interiormente ser admirado. Ellos sin embargo acostumbran a criticar al otro o a agobiarlo con exigencias y igualmente pueden manipular a través del sexo. Aún así, la pareja para ESCORPIO es sagrada, lo que sucede en la intimidad es materia reservada y cualquier indiscreción la considera alta traición.

Para este signo, amar significa tocar el cielo o bajar a los infiernos. Con esta intensidad, se entiende que le sea fácil pasar del amor al odio, incluso hacia sí mismo. Como describe Paul Valery tan acertadamente en este comentario: “Casi nunca me he perdido de vista. Me he adorado y me he odiado. Después hemos envejecido juntos”. Y es que ESCORPIO vive inmerso en fuertes contradicciones, entre otras razones porque tampoco podría conformarse con menos, ya que la mediocridad le aburre.

Especificando un poco más diremos que la mujer escorpiniana podría ser la perfecta mujer fatal del cine negro clásico, que sabe obtener lo que quiere de los hombres, sin ceder ni un palmo de su terreno. Cuando se enamora en serio, no obstante, se consagrará a ser feliz con su pareja y le apoyará totalmente. El hombre ESCORPIO más típico es el seductor por naturaleza. El amor y la sexualidad le fascinan y le colman pero elige a conciencia y necesita sentir que es él quien explora y conquista,  por lo que no le gusta ser iniciado demasiado abiertamente.

De todos modos, cundo este signo ha escogido a su pareja el verdadero poder lo tiene el otro, de quien provienen sus más grandes satisfacciones. No cabe esperar, por descontado,  que lo reconozca y casi es mejor simular que uno no se da cuenta de ello, aprovechando las lecciones de astucia escorpinianas.

No le gusta ir de flor en flor, obviamente, y aunque prefiere las uniones libres a la institución matrimonial, suele ser escrupulosamente fiel. Pero los misterios le pierden y cuando alguien se muestra indiferente a su encanto, se convierte automáticamente en un enigma que le atrae tan poderosamente como un imán. Habitualmente acostumbra a ser leal a sus vínculos y es perfectamente capaz de resistir la tentación… sin contar -que más le puedes pedir-, con un intenso juego de miradas en el que ejercitará su poder de seducción.

ESCORPIO es capaz de superar cualquier dificultad por amor, excepto en un punto: no cabe esperar que cambie sus rígidos hábitos. No podría, pero desde luego tampoco tolerará que su pareja lo intente. Sus cambios son voluntarios, drásticos y radicales y adaptarse no es su fuerte. A menudo, estas parejas que se rompen de la noche a la mañana después de muchos años de feliz convivencia, tiene un fuerte factor escorpiniano en sus Cartas Astrales.

Volviendo a sus costumbres, ESCORPIO suele acostarse tarde por mucha actividad que haya tenido durante el día, pues la noche es su reino. Se entretiene leyendo novelas de misterio, relatos de médicos o detectives, jugando al  ajedrez o con  las películas   de terror -que le encantan-, o como no, eróticas, así como los temas esotéricos, en los que puede encontrar un profundo significado para la existencia.  También le encanta desmontar aparatos –normalmente en perfecto funcionamiento- para mejorar su rendimiento u ordenar armarios para deshacerse de cosas inservibles… por no hablar de entregarse totalmente al placer en sus diferentes facetas.

ESCORPIO no es demasiado sociable y prefiere mantener un reducido grupo de incondicionales –que se podrían llegar a definir casi como adeptos-. Necesita razones válidas para dar afecto y amistad pero si lo hace es del todo, igual que como enemigo es implacable. De hecho, los sentimientos de los demás le son del todo indiferentes mientras el mismo no sienta nada.

Puede parecer extrañamente tímido debido al tenor que experimenta de no sentirse  querido, y si no ve claro que triunfará prefiere estar solo. En las reuniones no es muy comunicativo, pero si te permite acceder a su casa -y hay que valorar este hecho en lo que vale- lo hará de corazón. Aunque también es cierto que probablemente esperara que te entretengas por tu cuenta.

Su casa es generalmente confortable y cálida, ambientada en tonos oscuros e intensos y con todos los lujos que se pueda permitir. La decoración será más recargada que otra cosa. Con luces indirectas y si puede, con un oscuro sótano o al menos una cuarto trastero cuya llave guarda en un lugar secreto, ya que ESCORPIO es muy celoso de su intimidad.

En su faceta de padre o madre, ESCORPIO fomentara los talentos de sus hijos y les enseñará a tener coraje ante la adversidad. Les defenderá fieramente si son atacados, aunque espera que se defiendan solos, no les permitirá la indolencia ni la autoindulgencia y les aleccionará para que sean fieles a si mismos.

Excuso decir que los límites estarán bien marcados, la disciplina será prioritaria y sus instrucciones incuestionables. Puede ser, por tanto,  demasiado duro, autoritario e inflexible aunque es un excelente psicólogo para sus hijos, que tendrán todo el apoyo que su fortaleza de hierro puede proporcionar. Lo que más le costará, probablemente, será dejar que vuelen por su cuenta.

La Profesión de Escorpio

La combinación de ambición, capacidad de superación y rigor hacen de ESCORPIO un trabajador incansable y tenaz. Suele dar lo mejor de sí mismo en ocupaciones peligrosas o complicadas, que de alguna manera representen un reto, en las que pueda implicarse personalmente y sienta que su esfuerzo vale la pena.

Sea cual sea su profesión, ascenderá,  pues sabe esperar su momento y crearse las circunstancias más favorables. Tiene una gran habilidad para los negocios y acepta la disciplina mucho mejor que acatar órdenes. Sabe hacer aquello que es más difícil o más duro, pero no se acopla bien al trabajo en equipo y no tolera interrupciones mientras trabaja ya que se toma muy en serio su tarea. Eventualmente, este signo puede sentir la necesidad de cambiar de ocupación tras muchos años de dedicarse al mismo trabajo y dar un giro radical a su carrera.

Asume responsabilidades, es tenaz y no pierde el tiempo aunque su espíritu reivindicativo y sus tendencias reformistas conllevan conflictos que, por otra parte, le sirven de estímulo suplementario. ESCORPIO necesita seguir su vocación y si tiene poder -o puede ser más adecuado decir “cuando”  tiene poder, pues si se fija un objetivo invariablemente lo consigue- es tan exigente como recto. Personifica aquello que se llama autoridad natural aunque siempre apoya y respeta a sus subordinados, a los que valora pues se ha ocupado de elegirlos personalmente.

Está especialmente dotado como cirujano y puede ser un magnífico internista que personificará el ojo clínico en sus diagnósticos, tanto como ginecólogo, sexólogo, patólogo, oncólogo, especialista en inmunología o plástica, dentista, experto forense o curandero. Por otra parte se dedicará a los servicios funerarios, a hacer seguros o a tramitar herencias.

Es el gran detective, el militar de alta graduación que domina la estrategia, policía secreta, juez instructor, fiscal insobornable, político radical o espía… cuando no es el criminal más buscado por todos ellos. ESCORPIO puede ser el más ambicioso hombre de negocios, dotado de perspicacia y habilidad, que mueve los hilos del poder desde la sombra, así como jefe de personal o representante sindical.

Será el reportero que investiga  y el científico dedicado al trabajo de laboratorio, prepará fórmulas magistrales o antídotos, será escritor de novelas de misterio o terror, actor de carácter, humorista de tipo satírico (si no es claramente negro) o trabajará en un cabaret donde puede actuar incluso como travestido.

Se puede dedicar al comercio de artículos de segunda mano, ser carnicero, metalúrgico o vendedor de armas y munición. Le encontraréis trabajando como minero, vulcanólogo, en las alcantarillas, en una plataforma petrolífera o central nuclear o en un submarino, haciendo demoliciones y recuperaciones, utilizando explosivos o fuegos artificiales.

Le atrae el culturismo, la natación, el remo y puede ser boxeador profesional o karateka, dedicarse al ajedrez o a crear juegos de rol. Buscando comprender los mecanismos profundos de la vida y las máquinas puede ser tanto físico, como psiquiatra, grafólogo o mecánico. Y no hay que olvidar su inclinación por el mundo esotérico.

Escorpio y la Salud

En el cuerpo el signo de ESCORPIO se relaciona con la nariz, los genitales y la zona anal y representa el esperma. Tiende a ser propenso a inflamaciones, gota, infecciones, virus, llagas, hemorroides y fístulas. Plutón se asocia con el cáncer, donde las células se destruyen a si mismas y es asimismo la medicina nuclear, del mismo modo que se relaciona con el principio regenerador. También son escorpininanos las hemorragias y los problemas nasales y las enfermedades sexuales o en estos órganos, así como el estreñimiento y la acumulación de toxinas.

Para ESCORPIO es muy importante dar salida a su potente energía, y este canalización es parte importante en su proceso de regeneración, por tanto, en su salud. En este ámbito, como no, es especialmente resistente y parece venir ya de «fábrica» preparado para superar con facilidad situaciones críticas. El escorpión es,  por cierto,  el animal que soporta mejor los efectos de la radioactividad.

Es el signo que soporta mejor el dolor y representa el principio de autopreservación de la vida. Por esto, cuando no se empeña en maltratarse con excesos autodestructivos, es extraordinariamente fuerte y se esfuerza como nadie en mantener y mejorar la salud. A veces, un malestar representa para ESCORPIO una señal de aviso que le envía su organismo, para que se detenga y descanse pues suele poner sus fuerzas al límite. También puede ser que precise liberarse de algún resentimiento que le está bloqueando o aceptar alguna nueva situación que se escapa de su control, porque este signo quiere controlarlo todo y eso no es factible.

Si dice que está enfermo es que lo que tiene es serio y, para incomodidad del colectivo de  doctores, es de esos pacientes que sabe tanto de sí mismo como el propio médico. En ocasiones y guiado de su potente intuición y su desarrollado instinto de preservación, ESCORPIO tiene una sorprendente capacidad de saber cuando necesita realizar curas o tratamientos preventivos.

Comentarios Finales

Para terminar, repasaremos algunos rasgos del físico de ESCORPIO. Hay que tener en cuenta, no obstante, que estas características al igual que el resto de detalles de la descripción del signo, son generalizaciones. Así pues,  es cada persona (según el resto de posiciones planetarias de su Carta Astral, su voluntad de mejora y conocimiento personal), las vivirá de un modo diferente.

Como no podía ser de otra manera, el magnetismo personal de ESCORPIO, queda bien patente en su apariencia física, que irradia cierto poder. Su  rasgo más destacado suele ser en primer lugar la mirada. Los ojos tienden a ser más bien pequeños, algo hundidos, y aunque generalmente son oscuros, no importa que sean claros pues son igualmente profundos, penetrantes, intensos. Mira fijamente, hasta poner nervioso a su interlocutor que nota que le taladran hasta el fondo de su ser y nunca es, además,  el primero en retirar la mirada.

La voz tiende a ser ronca y aterciopelada, viniendo de muy adentro. La mandíbula pronunciada y las líneas de expresión muy marcadas transmiten fortaleza y determinación. La nariz es con frecuencia un poco aguileña y el cabello es espeso. La carne es dura y el cuerpo musculoso, pura fibra, siempre en contención, aunque no sea muy grande ni especialmente alto. Estrecha tu mano con firmeza, como si tomara la tuya. Pero todos los detalles físicos pierden importancia ante su atractivo, misterioso pero casi tangible, que hace que su presencia no pase desapercibida.

Sabe estar en todas partes y domina las situaciones con modélica corrección, mientras se mantiene del todo enigmático, con una prometedora reserva. Se diría que va de incógnito por la vida, actitud que en ocasiones es proclive a crear expectativas erróneas. A menudo camina sigilosamente y suele ser aficionado a usar gafas oscuras que le permiten observar sin ser vistos y tener sensación de que controlan el entorno.

En el vestir este signo prefiere los tonos oscuros o los contrastes fuertes con efectos dramáticos y raramente hay nada en su apariencia que no haya sido planificado, cuando no opta por pasarse al extremo opuesto y mostrarse muy descuidado en su atuendo. ESCORPIO puede sentir fascinación por alguna prenda, joya o complemento que se pondrá constantemente haciendo gala de su tendencia al fetichismo.

Una de las peculiaridades más misteriosas acerca del signo de ESCORPIO es que cuando nace un bebé de este signo, es muy posible que más o menos un año antes se haya producido una pérdida en la familia. De la misma forma que la pérdida de una persona de ESCORPIO suele anunciar la proximidad de un nacimiento en el plazo de un año. Nuevamente la muerte y la vida, estrechamente ligadas pero siempre con el triunfo de la luz sobre la oscuridad.

Así como ESCORPIO, si sabe elevarse por encima de su angustia, puede descubrir los tesoros que se ocultan tras ella. R. M. Rilke, nos ha legado una frase que puede ser un compendio de la lucha y la grandeza de este signo, siempre lejos de la mediocridad: “Si mis demonios han de abandonarme, temo que mis ángeles levanten el vuelo también”. Si es posible lograr la perfecta alquimia de las emociones más fuertes y la razón más lúcida este es el signo adecuado. Y al fin y al cabo eso es lo que se ha propuesto.

Signos más compatibles: Cáncer, Piscis, Virgo y Capricornio. Signo complementario: Tauro

Famosos nacidos bajo el signo de Escorpio

HILLARY CLINTON, PRINCIPE CARLOS DE INGLATERRA, GRACE KELLY, KATHERINE HEPBURN, VIVIAN LEIGHT, MARIA ANTONIETA, INDIRA GHANDI, PABLO PICASSO, MAHALIA JACKSON, FRANKLIN D. ROOSEVELT, LUTERO, ALBERT CAMUS, LOUIS MALLE, LUZ CASAL, REINA SOFIA DE ESPAÑA, MARIE CURIE, GOEBBELS, ROMMEL, TROTSKY, ALAIN DELON, RICHARD BURTON, FRANCOIS MITERRAND, GILBERT BECAUD, CHARLES BRONSON, BURT LANCASTER, JEAN SEBERG, FEDOR DOSTOYEVSKY, ANDRE MALRAUX, MAO TSE-TUNG, JUEZ GARZÓN, JAUME BALAGUERÓ.