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El signo de Capricornio tiene como símbolo a una cabra que esta subiendo una montaña. Se trata de un animal muy resistente, capaz de sobrevivir en condiciones muy adversas y seguir adelante –y este es un ejemplo muy gráfico-, a pesar de las dificultades del terreno por el que se mueve, hasta llegar a la cumbre. Del mismo modo, Capricornio tiene miras muy altas y esta dispuesto a alcanzarlas cueste lo que cueste, dedicando a ello el tiempo y el esfuerzo que sean necesarios.

Claro que para poder escalar cimas tan elevadas es preciso ir ligero de equipaje, dejando atrás todo aquello que resulte ser un estorbo, no nos sea de utilidad y entorpezca nuestra ascensión.  Del mismo modo que se hace necesario dosificar las fuerzas, tener claro el objetivo y no dejarse tentar por esos atajos que nos vamos encontrando y que resultan ser tan prometedores como poco efectivos.

Todo esto lo sabe Capricornio, con su firme determinación, su perseverancia y su disposición austera, carente de artificios que le hace resistir en las situaciones más difíciles y superar los obstáculos que se le van presentando en el camino.

Para este signo la vida nunca es un viaje en balde, ya que suele marcarse metas tan ambiciosas como puede prever que es capaz de lograr.  Capricornio no hace nada sin haberlo calculado y meditado muy bien. Una vez que ha fijado el objetivo, se toma el tiempo necesario para elaborar el sistema más adecuado para conquistarlo y se hará totalmente responsable de su consecución.

Normalmente logra obtener aquello que se propone, faltaría más, (y si no lo consigue al primer intento, simplemente empieza de nuevo) entonces se detiene y percibe con claridad que la cima es un lugar muy solitario, donde una gran distancia nos separa de los demás.

Desde esa cumbre simbólica, Capricornio se propone mantener y perfeccionar la estructura de la sociedad y, al mismo tiempo, se siente obligado a rendir cuentas con lo que está por encima de sí mismo que, en esas alturas no es más que el Cielo.  Cuanto más ascendemos más intenso es el frío, el paisaje es más impresionante y la reflexión se convierte en la compañera natural del esfuerzo.

En el período de tiempo que le corresponde a Capricornio se produce uno de los solsticios, cuando la naturaleza invierte el proceso de las estaciones del año de forma lenta, casi imperceptible al principio pero ciertamente inexorable. Del mismo modo, los signos del Zodíaco que coinciden con el inicio de las cuatro estaciones, cuando el Sol realiza un cambio de dirección, contienen mucha fuerza interior para realizar cambios.

A nivel cotidiano las celebraciones de la Navidad casi al inicio del signo, son proclives a todo tipo de excesos –algo que de entrada no se corresponde demasiado con Capricornio como ahora vamos a ver- que son seguidos, invariablemente para compensarlos, por una temporada en que hay que someter a dieta nuestros estómagos tanto como nuestras tarjetas de crédito.  Y Capricornio, con su austeridad habitual, cuando comete excesos lo hace a conciencia.

Claro que eso es la excepción que confirma la regla pues se diría que llevan incorporados de un modo invisible los anillos de Saturno, su planeta,  que unas veces son su salvavidas y otras se convierten en un muro casi tangible.  Capricornio se ciñe a lo que es real y a las normas para así sentirse seguro y saber a qué atenerse.   Muy en el fondo, no obstante,  también le gustaría dejarse llevar por sus sueños pero no es algo que le resulte fácil.

Características generales

Capricornio se toma la vida muy en serio, quizás demasiado, o al menos se toma las cosas demasiado a pecho incluso a sí mismo.  Especialmente a sí mismo, diría yo, ya que puede darse demasiada importancia o aplicarse un nivel de autoexigencia casi inhumano.  Esto le lleva a privarse de gozar de la  belleza que hay a su alrededor y admitir los pequeños placeres de la existencia. Puede incluso llegar a una especie de auto-castración emocional que le aleja del amor y le vuelve frío, estéril y egoísta, sumido en una oscura tristeza.

Pero estos son casos extremos, ya que Capricornio es realista y práctico pero no tiene un pelo de tonto, antes bien.  Lo que es más corriente es su dinamismo tranquilo y su eficacia a todos los niveles.  De hecho, la inactividad le perjudica, como si necesitara constantemente demostrar su valía a pesar de que huye de la ostentación.

Lo que no puede pedírsele es mucha rapidez –como dice la famosa frase: “no corráis que es peor”-, ya que desarrolla lentamente sus planes, con esfuerzo y dedicación. Es un experto planificando meticulosamente sus acciones a largo plazo, previendo todas las posibilidades.

Busca el reconocimiento público a sus logros incluida la fama y sabe ser superior a otros signos más rápidos pero menos cuidadosos,  con prudencia y resolución. Indiferente a todo aquello que no sea su objetivo, no le importa que le adelanten pues sabe que va a llegar en primer lugar.

Es un auténtico “corredor de fondo”, que nunca desfallece hasta que ha cruzado la línea de meta.  Puede llegar a parecer que se cree autosuficiente o superior a los demás (a veces es algo pretencioso), debido a su sangre fría que es digna del mejor héroe de película.  Ya se sabe que la realidad supera siempre a la ficción, cosa que posiblemente descubrió alguien de Capricornio.  Soporta muy bien las situaciones difíciles y aguanta impasible las condiciones adversas y duras.  No es, ciertamente, fácil de impresionar. 

    

Imitando la ascensión de la Cabra que es su símbolo, Capricornio rechaza todo aquello que le parece inútil o cree que puede ser un estorbo, pasiones e impulsos incluidos, por no hablar de la emotividad.  Menosprecia interiormente las emociones y no valora los placeres mundanos ni lo que se puede comprar con dinero.

Ha sido creado para resistir en las circunstancias más adversas así que detesta dilapidar, ya se trate de tiempo, energías, palabras y hasta el dinero…  De aquí viene uno de sus sambenitos: interesado, frío y calculador si no es roñoso hasta la avaricia.  Seguramente os gustará saber que hay muchas grandes fortunas (que han sido, como no, fruto del trabajo duro) en manos de representantes de Capricornio que a menudo son miembros destacados de la aristocracia y crean importantes fundaciones e instituciones cívicas.

Valora siempre su dignidad y es muy consciente de su posición en la sociedad y de que puede y debe realizar su particular aportación a ella.  Gusta de preservar la tradición y posee un fuerte sentido de la jerarquía y el honor, con principios muy  arraigados.

En realidad –una de sus expresiones favoritas- y volviendo al tema del dinero,  lo que ocurre es que es precavido y comedido, valora todo lo que es duradero y tiene un innato sentido de la economía.  Si instinto de conservación es asimismo muy fuerte y le lleva a preocuparse por el futuro, si bien más que pensando en alargar y mejorar su vida,  piensa en ahorrar para los malos tiempos.  Teme el porvenir, del mismo modo que recrea el sufrimiento del pasado y se preocupa por la situación actual.

No es de extrañar pues que tenga cierta tendencia al fatalismo y que sea el signo más pesimista y tendente a la depresión.  Para Capricornio el vaso siempre está menos que medio vacío y un optimista, por descontado, no es más que un optimista mal informado.  Por lo tanto, suele transportar una pesada carga de temores, tras su casi permanente serenidad y en los peores momentos se diría la personificación del popular “Don Pésimo”.

Pero es que siempre, y en función de las posibilidades que le ofrezca su lugar en la vida, está luchando por obtener la perfección y ello implica impepinablemente etapas de desánimo.  Las soporta con su inigualable voluntad y su gran paciencia, ya que está dotado de tanta seguridad en sí mismo y capacidad de decisión, como firmeza y grandes aspiraciones.

De todos modos, cuando logra sus propósitos puede disminuir su interés ya que necesita el estímulo de subir a otra montaña. Posee, no obstante, capacidad de consolidación y necesidad de permanencia y no se deja intimidar por la adversidad, sabe esquivar los golpes y empezar de nuevo.

Quiere dominar todo lo que no le gusta y para hacerlo es necesario tener autoridad y poder mandar, por lo que es ambicioso y pretende tenerlo todo bajo control.  En casos extremos, si sus intenciones se ven frustradas puede adoptar una postura de total y absoluta renuncia.

Toda esta intensidad, con su fuerte necesidad de emprender y materializar lo que acomete, está en presente desde su nacimiento pero va desplegando de forma lenta y progresiva sus capacidades, que florecen en la madurez.  A menudo sufre cierta sensación de no ser adecuado en su juventud y la mayoría de los nacidos en este signo va sintiéndose mas a gusto en la vida conforme se hace mayor.  Tanto de adulto como en la vejez mantiene el espíritu y la apariencia sorprendentemente joven.

Cuando son jóvenes veneran a sus antepasados y a los parientes mas viejos de la familia pero cuando son ancianos les oyes murmurar por lo bajo aquello de que “en mis tiempos esto no pasaba”, como si no acabaran de vivir nunca de acuerdo con la etapa en la que se hallan.   

La Mente de Capricornio

Generalmente, Capricornio es cumplidor y correcto, te tratará cortésmente y te hablará con amabilidad.  Más bien poco, eso sí, y mayormente si le preguntas ya que es introvertido y tiene una especie de pudor que le hace ser más bien tímido y muy reservado, debido a que le cuesta comunicarse.

Utiliza frases cortas y se expresa en tono seco, más bien trascendente pero con naturalidad ya que no sabe fingir.  Habla despacio o bien tarda en responder y lo hace algo atropelladamente y puede asimilar las cosas con lentitud.  Capricornio interioriza, es observador y consecuente, de mente profunda y bien estructurada.  Es eminentemente racional y posee tanto sentido común como sentido práctico a pesar de que no tiene en cuenta nada que no sean hechos y esto, sumado a sus inhibiciones, hace difíciles sus relaciones con los demás.

Es de natural reflexivo,  prudente y cauto –así como algo desconfiado- y necesita establecer la relación causa-efecto en todos sus procesos mentales, lo que a veces le lleva a perderse en inútiles disquisiciones sin salida posible. Su especialidad es materializar las ideas, así que busca la concreción y no se permite equivocarse, conjugando siempre su tendencia a la severidad en primera persona, antes de exigir nada a nadie más.

Normalmente tiene las cosas claras, tanto que se vuelve rígido y puede ser obstinado hasta el empecinamiento aunque no se le note y demasiado estricto. Además las opiniones ajenas no le importan demasiado –por no decir que le tienen sin cuidado- y es insensible a los halagos, sin embargo necesita y agradece las alabanzas como todo hijo de vecino, sólo que no sabe demostrarlo.

Viene equipado con una memoria prodigiosa que recopila con facilidad datos, cifras y fechas y que asimismo puede almacenar resentimientos interminables. Puede ser que Capricornio perdone –que es lo más práctico-, per raramente olvidará y si le es posible, practica lo de devolver mal por mal.  Sabe buscar el punto débil de su adversario y esperar el momento adecuado para actuar.  Puede ser intrigante, estar lleno de fobias y tender a ver enemigos por todas partes, siempre adusto y de mal humor.

A menudo parece intransigente y poco comprensivo pero es digno de confianza y sus consejos van muy buscados.  Ten presente, si pides su opinión, que si no le haces caso la próxima vez es muy posible que ni siquiera te conteste.  Capricornio puede ser muy susceptible si se pone en duda su autoridad o su dignidad.

No es nada aficionado a las bromas sobre su persona pero puede sorprenderte su incomparable humor sarcástico, mas impactante aún en el marco de su comportamiento taciturno y su dificultad para expansionarse.  Otra sorpresa es su talento artístico que a menudo queda latente.

Capricornio y las relaciones

Es un signo solitario y poco sociable, que huye de la frivolidad de la vida mundana y tiende al aislamiento, a pesar de que domina la etiqueta.  Si le encuentras en una reunión social –que son las mínimas si no las considera imprescindibles en sus proyectos- no va a ser nunca quien llame la atención.  Normalmente cuesta llegar a entablar amistad con ellos  pero si bien son escasas estas relaciones son muy profundas y como amigo, Capricornio sabe hacerse indispensable.

No le gustan mucho las visitas imprevistas y no es demasiado hospitalario, a excepción de personas muy íntimas y de las ocasiones formales y señaladas por la tradición. En esos casos puede ser un anfitrión excelente, con dotes para cocinar que contará sus recuerdos o hablará de negocios.

En su hogar será habitual encontrar a alguna persona mayor de su familia de quien se ha hecho cargo de muy buen grado.  En general suele tener una habitación disponible en previsión de estos casos.  La casa de Capricornio típica, si no la ha heredado, será preferentemente de propiedad y estará debidamente asegurada.  Naturalmente estará sólidamente construida, ordenada, con una buena distribución y estructurada en función de las necesidades familiares.

Como es lógico será sobria y bastante austera, tendrá antigüedades, colecciones o muebles legados por su familia. Los tonos de la decoración tenderán a ser oscuros, el mobiliario rústico o clásico y el ambiente general quizás algo frío. Si ha tenido la oportunidad de conocer a algún personaje importante tendrá su fotografía dedicada, bien enmarcada, en un lugar de honor. De la pared colgará algún paisaje montañoso o nevado para sentirse en su elemento.

En su tiempo libre, que normalmente es escaso, Capricornio revisa su estado de cuentas y controla las facturas, planifica inversiones y ordena documentos.  Cuando termina lee un buen libro, biografía o  novela histórica por ejemplo, ejercita su habilidad manual o sale a caminar.  Asimismo hay que recordar su afición a la pintura, la jardinería y a escuchar música.  Los juegos de mesa los restringirá a aquellos que pongan a prueba sus conocimientos.    

El terreno sentimental, ¡para qué vamos a negarlo!, no es la faceta en la que se siente más a gusto, lo que no significa como se le ha llegado a reprochar, que no tenga sentimientos.  Por supuesto que los tiene, y son más profundos, sólidos y duraderos que los de la mayoría.  Por ello tarda más en demostrarlos y en comprometerse no digamos.

  

Nada de amores a primera vista, claro está, y se hace desear. Pero cuando te dice “te quiero” –y más vale que lo grabes en un buen soporte de audio si quieres oírlo otras veces porque no lo van a repetir muy a menudo-, está diciendo para siempre.

Podrás contar con su amor en todas las circunstancias, “en la salud y en la enfermedad”, al igual que con su fidelidad.  Acostumbran a casarse tarde debido a su sentido de la responsabilidad, ya que son muy conscientes de las obligaciones que contraen con el matrimonio.  Escogen bien y suelen tener en cuenta la opinión de su familia.

Una vez se han decidido serán compañeros entregados y respetuosos, que aman con dedicación y esperan respeto y apoyo en su vida profesional.  Este es un tema que suele tener prioridad para Capricornio y hay que admitir que en ocasiones se casa porque cree que es lo que “toca” hacer,  para formar una familia o para consolidar su posición social más que por amor propiamente dicho.

No es un signo nada romántico para bien o para mal, ni se permite grandes fantasías.  No soporta el desorden, la negligencia, lo superfluo ni las actividades frívolas, demasiado ruidosas o agitadas.  En mucho casos es un poco aguafiestas, con tendencia a largos silencios y muy celoso de su vida privada, necesita que se aprecie su valía y se le de confianza cuando tiene un bajón.

Y parece creer que manifestar el afecto es admitir su debilidad, mostrando una incomprensión considerable ante las emociones ajenas. Es como si se negara el placer y la alegría o se inhibiera de sus propias necesidades, contemplando la vida desde lejos como si fuera un escaparate repleto de cosas apetitosas pero que le están prohibidas.

De su matrimonio, por lo que hemos dicho, se puede esperar una convivencia sólida y ordenada, según unos hábitos establecidos, que puede desembocar pronto en la rutina y el aburrimiento. Raramente olvida un cumpleaños o cualquier otra fecha señalada (el día en que tuvisteis aquella discusión también está grabado en el disco duro), ya que el tiempo es el tema que más domina.

Quizás es por esto que nuestro sorprendente Capricornio puede vivir el romanticismo en el matrimonio después de muchos años de convivencia o ya en su madurez.  De entrada, no obstante, no le gustan nada las demostraciones de afecto en público. Y, ni que decir tiene que cuando ha de romper una relación lo que hace es simplemente cortar por lo sano.

El ligue es otro cosa, dada su tendencia al ascetismo y cierta timidez o falta de confianza en este terreno.  Suele mostrarse mas bien torpe,  ya que la emoción de la conquista le inquieta y no es especialmente vulnerable a los encantos de la belleza física.

Una característica de sus relaciones sentimentales que se da con bastante frecuencia, es que haya diferencia de edad.  En la juventud porque se siente mejor con gente mayor y si no se da prisa en elegir –algo bastante probable porque para Capricornio siempre hay mucho tiempo por delante para el amor-, buscará alguien más joven.

Todo esto nos lleva, como no, a otra de las sorpresas que nos depara este signo.  Se diría que su sexualidad ha de estar previsiblemente programada y ser algo monótona.  Algo de eso hay pero con un matiz importante.  Porque que el sexo para Capricornio es una fuerte necesidad terrenal, apasionada, con deseos potentes e imperiosos.

Por lo que se refiere a los varones se puede decir que, tanto su interés como su capacidad física para la actividad sexual, se alarga en el tiempo más que para la mayoría de signos zodiacales y que son capaces de controlarse muy bien, aunque puede ser que les cueste arrancar, al menos aparentemente.

Pero tanto hombres como  mujeres resulta asombroso que experimenten tan ardientes arrebatos, dado que diez segundos antes mantenían su habitual actitud circunspecta… y treinta segundos después volverán a su acostumbrada frialdad.  A menudo se da un componente de inhibición que les frena o sentimientos de culpa cuando se dan  cuenta de hasta qué punto se han descontrolado con la pasión.

La Profesión de Capricornio

Es un signo solitario y poco sociable, que huye de la frivolidad de la vida mundana y tiende al aislamiento, a pesar de que domina la etiqueta.  Si le encuentras en una reunión social –que son las mínimas si no las considera imprescindibles en sus proyectos- no va a ser nunca quien llame la atención.  Normalmente cuesta llegar a entablar amistad con ellos  pero si bien son escasas estas relaciones son muy profundas y como amigo, Capricornio sabe hacerse indispensable.

No le gustan mucho las visitas imprevistas y no es demasiado hospitalario, a excepción de personas muy íntimas y de las ocasiones formales y señaladas por la tradición. En esos casos puede ser un anfitrión excelente, con dotes para cocinar que contará sus recuerdos o hablará de negocios.

En su hogar será habitual encontrar a alguna persona mayor de su familia de quien se ha hecho cargo de muy buen grado.  En general suele tener una habitación disponible en previsión de estos casos.  La casa de Capricornio típica, si no la ha heredado, será preferentemente de propiedad y estará debidamente asegurada.  Naturalmente estará sólidamente construida, ordenada, con una buena distribución y estructurada en función de las necesidades familiares.

Como es lógico será sobria y bastante austera, tendrá antigüedades, colecciones o muebles legados por su familia. Los tonos de la decoración tenderán a ser oscuros, el mobiliario rústico o clásico y el ambiente general quizás algo frío. Si ha tenido la oportunidad de conocer a algún personaje importante tendrá su fotografía dedicada, bien enmarcada, en un lugar de honor. De la pared colgará algún paisaje montañoso o nevado para sentirse en su elemento.

En su tiempo libre, que normalmente es escaso, Capricornio revisa su estado de cuentas y controla las facturas, planifica inversiones y ordena documentos.  Cuando termina lee un buen libro, biografía o  novela histórica por ejemplo, ejercita su habilidad manual o sale a caminar.  Asimismo hay que recordar su afición a la pintura, la jardinería y a escuchar música.  Los juegos de mesa los restringirá a aquellos que pongan a prueba sus conocimientos.    

El terreno sentimental, ¡para qué vamos a negarlo!, no es la faceta en la que se siente más a gusto, lo que no significa como se le ha llegado a reprochar, que no tenga sentimientos.  Por supuesto que los tiene, y son más profundos, sólidos y duraderos que los de la mayoría.  Por ello tarda más en demostrarlos y en comprometerse no digamos.

  

Nada de amores a primera vista, claro está, y se hace desear. Pero cuando te dice “te quiero” –y más vale que lo grabes en un buen soporte de audio si quieres oírlo otras veces porque no lo van a repetir muy a menudo-, está diciendo para siempre.

Podrás contar con su amor en todas las circunstancias, “en la salud y en la enfermedad”, al igual que con su fidelidad.  Acostumbran a casarse tarde debido a su sentido de la responsabilidad, ya que son muy conscientes de las obligaciones que contraen con el matrimonio.  Escogen bien y suelen tener en cuenta la opinión de su familia.

Una vez se han decidido serán compañeros entregados y respetuosos, que aman con dedicación y esperan respeto y apoyo en su vida profesional.  Este es un tema que suele tener prioridad para Capricornio y hay que admitir que en ocasiones se casa porque cree que es lo que “toca” hacer,  para formar una familia o para consolidar su posición social más que por amor propiamente dicho.

No es un signo nada romántico para bien o para mal, ni se permite grandes fantasías.  No soporta el desorden, la negligencia, lo superfluo ni las actividades frívolas, demasiado ruidosas o agitadas.  En mucho casos es un poco aguafiestas, con tendencia a largos silencios y muy celoso de su vida privada, necesita que se aprecie su valía y se le de confianza cuando tiene un bajón.

Y parece creer que manifestar el afecto es admitir su debilidad, mostrando una incomprensión considerable ante las emociones ajenas. Es como si se negara el placer y la alegría o se inhibiera de sus propias necesidades, contemplando la vida desde lejos como si fuera un escaparate repleto de cosas apetitosas pero que le están prohibidas.

De su matrimonio, por lo que hemos dicho, se puede esperar una convivencia sólida y ordenada, según unos hábitos establecidos, que puede desembocar pronto en la rutina y el aburrimiento. Raramente olvida un cumpleaños o cualquier otra fecha señalada (el día en que tuvisteis aquella discusión también está grabado en el disco duro), ya que el tiempo es el tema que más domina.

Quizás es por esto que nuestro sorprendente Capricornio puede vivir el romanticismo en el matrimonio después de muchos años de convivencia o ya en su madurez.  De entrada, no obstante, no le gustan nada las demostraciones de afecto en público. Y, ni que decir tiene que cuando ha de romper una relación lo que hace es simplemente cortar por lo sano.

El ligue es otro cosa, dada su tendencia al ascetismo y cierta timidez o falta de confianza en este terreno.  Suele mostrarse mas bien torpe,  ya que la emoción de la conquista le inquieta y no es especialmente vulnerable a los encantos de la belleza física.

Una característica de sus relaciones sentimentales que se da con bastante frecuencia, es que haya diferencia de edad.  En la juventud porque se siente mejor con gente mayor y si no se da prisa en elegir –algo bastante probable porque para Capricornio siempre hay mucho tiempo por delante para el amor-, buscará alguien más joven.

Todo esto nos lleva, como no, a otra de las sorpresas que nos depara este signo.  Se diría que su sexualidad ha de estar previsiblemente programada y ser algo monótona.  Algo de eso hay pero con un matiz importante.  Porque que el sexo para Capricornio es una fuerte necesidad terrenal, apasionada, con deseos potentes e imperiosos.

Por lo que se refiere a los varones se puede decir que, tanto su interés como su capacidad física para la actividad sexual, se alarga en el tiempo más que para la mayoría de signos zodiacales y que son capaces de controlarse muy bien, aunque puede ser que les cueste arrancar, al menos aparentemente.

Pero tanto hombres como  mujeres resulta asombroso que experimenten tan ardientes arrebatos, dado que diez segundos antes mantenían su habitual actitud circunspecta… y treinta segundos después volverán a su acostumbrada frialdad.  A menudo se da un componente de inhibición que les frena o sentimientos de culpa cuando se dan  cuenta de hasta qué punto se han descontrolado con la pasión.

Comentarios finales

Para terminar, repasaremos algunos rasgos del físico de CAPRICORNIO. Hay que tener en cuenta, no obstante, que estas características al igual que el resto de detalles de la descripción del signo, son generalizaciones. Así pues, cada persona (según el resto de posiciones planetarias de su Carta Astral, su voluntad de mejora y conocimiento personal), las vivirá de forma diferente.

CAPRICORNIO favorece una buena estructura ósea, bien marcada y tiende a la delgadez, con una buena estatura. Su apariencia nos sugiere al enjuto caballero de los antiguos relatos. Los rasgos del rostro suelen ser más bien alargados, el cabello oscuro y los labios finos. La nariz está bien dibujada y los ojos más bien hundidos. A menudo le acompaña cierto aire taciturno o de preocupación que puede mostrarse a través de su fruncido ceño.

Poseen una especie de dignidad natural, con gestos mesurados aunque rápidos. Su trato suele ser correcto aunque conserve normalmente cierta reserva. Curiosamente, dado que en su juventud suelen parecer mayores de lo que son, cuando llegan a la madurez o a la vejez parecen –quizás están en su mejor momento- rejuvenecer. Suele vestirse de un modo sobrio, cuando no austero, y con pocos adornos. Sabe elegir lo más adecuado a la ocasión, y puede conjugar como nadie el sentido de la economía con la calidad. En el calzado suele inclinarse por lo más práctico.

CAPRICORNIO necesita que su vida refleje sus principios y sentir que hace alguna aportación tangible a la sociedad para sentirse válido, pero puede tender a tomarlo todo demasiado a pecho, como si en la vida hubiera únicamente altas cumbres a escalar,  y llegar a sentirse prisionero o culpable por límites o normas que él mismo se impone.

El gran astrólogo Alan Leo, dedicó una frase a CAPRICORNIO muy significativa: “aquel que sea el jefe entre vosotros, que sea vuestro servidor”. Dicho de un modo menos filosófico,  para llegar a la cumbre de la montaña hay que saber doblar las rodillas.  Y otra cosa que siempre es bueno recordarle a CAPRICORNIO, es que en el fondo de su corazón, donde teme que se esconde su mayor debilidad es donde se halla la grandeza que le impulsa a superar todas las pruebas de la vida.

Famosos nacidos bajo el signo de Capricornio

Ava Gardner, Cary Grant, Marlene Dietritch, Humprey Bogart, Richard Nixon, Simone de Beauvoir, Mme, Pompadour, Isaac Newton, Kepler, Pasteur, Moliere, Matisse, Stalin, Martin Luther King, Mao Tse Tung, Juana de Arco, Diane Keaton, John Voigth, Edgar Allan Poe, Henry Miller, Federico Fellini, Nat King Cole, Benjamin Franklin, Rudyar Kipling, Loreta Young, Umberto Eco, Kate Moss, Susan Sontag, John Carpenter, Elvis Presley, Gloria Estefan.