
El signo de Cáncer tiene como símbolo a un cangrejo. Se trata de un animal acuático que es capaz también de sobrevivir fuera de este medio. Es un animal prolífico lo que ya de entrada nos remite al signo de Cáncer como el que se relaciona con la maternidad, estando motivado por la necesidad de proteger y alimentar a sus hijos dentro de la seguridad que proporciona el hogar.
El cangrejo llevar simbólicamente incorporada a su estructura su propia casa, en el interior de su duro caparazón, al que se retira y en el que se encuentra su cuerpo, mucho más tierno y vulnerable que lo que permitiría deducir su aspecto exterior. Sus pinzas, por otra parte, le sirven para aferrar su presa con fuerza para no perderla. Se desplaza de un modo especial, moviéndose de lado para acometer su objetivo sin dirigirse directamente contra él.
En todas estas características se encuentra recogida y resumida la función y las características del signo de Cáncer, el cangrejo, signo de sensibilidad extrema que se protege a sí mismo de las agresiones externas buscando refugio en su propio interior. Se encuentra a mitad del año, coincidiendo con uno de los solsticios y, al dar inicio a una de sus estaciones concentra una gran fuerza impulsora que, en este caso, se encuentra guiada por su emotividad.
Con el signo de Cáncer llegamos a la cuarta fase en el simbólico desarrollo del ser humano y, al completar el primero de los cuatro cuadrantes que forman el círculo del zodíaco, entramos en una nueva etapa en la que la persona toma conciencia de sus orígenes, valora a sus raíces y desea transmitir unos valores. Así Cáncer interioriza toda la información recibida de Géminis y busca sacar conclusiones de todos los datos que le han sido transmitidos. Si Géminis piensa y adquiere conocimientos, viviendo sobretodo en un nivel mental, Cáncer siente, vive siguiendo sus emociones y busca sus motivaciones internas, así como las respuestas que necesitamos para llegar a actuar por nosotros mismos, más allá de ser simples intermediarios o transmisores de información.
Las primeras emociones parecen remitirnos a las cuestiones básicas sobre las que se interroga al ser humano: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?… y ello nos lleva invariablemente a reflexionar sobre nuestros orígenes buscando nuestras raíces y llevándonos asimismo a meditar sobre las relaciones de intimidad y la necesidad de pertenencia. Así pues, si Géminis elabora sus impresiones a partir de los datos que recibe desde el exterior, buscando la objetividad, Cáncer parte de las sensaciones subjetivas y del impacto que lo externo genera en su interior. Se relaciona con aquella percepción que afecta a los sentimientos y las emociones, partiendo de la sensación física hasta la sensibilidad interna, tendiendo a retener y conservar para sí el resultado de sus impresiones.
Se trata de un signo eminentemente receptivo, dotado de una gran memoria, que a partir de las vibraciones que recibe va reteniendo y asimilando las distintas impresiones y experimentando emociones según el impacto que éstas generan. Está dotado de una especial percepción psíquica, lo que le hace ser especialmente intuitivo y sensitivo. Es, al mismo tiempo, extraordinariamente tenaz como el cangrejo que lo simboliza y que prefiere perder sus pinzas antes que soltar a su presa. Así Cáncer preferirá arriesgarse a ver consumirse sus esperanzas antes que renunciar voluntariamente a sus objetivos, a los que acometerá con igual sigilo que firmeza.
Partiendo de las relaciones con nuestro entorno que representa Géminis, Cáncer nos lleva al descubrimiento y la valoración del núcleo familiar, como centro de estabilidad personal. Del desapego de Géminis, vamos al arraigo, de la dispersión a la concentración y del raciocinio al sentimiento. Del trato igualitario pero algo superficial que Géminis introduce para el ser humano, Cáncer nos lleva a descubrir la necesidad de cuidados protectores y de conexión emocional entre las personas.
Este es el signo de la maternidad y su planeta es la Luna, que significa el flujo y reflujo, los procesos cíclicos presentes en la naturaleza y en el ser humano tanto a nivel físico como emocional. Por ello la luna rige la fertilidad y los períodos femeninos, como del de la ovulación, el ciclo básico que aporta mensualmente una nueva posibilidad de fecundación y, por lo tanto, de recreación de la vida. A la Luna, en las más ancestrales tradiciones ya se la definía como la gran madre de todos nosotros, que alimenta a sus hijos y sufre por ellos.
Y Cáncer se haya sujeto a oscilaciones en su estado de ánimo debido a su extremada sensibilidad, lo que puede hacerle algo inestable e inseguro. Posee, asimismo, una sutil percepción del sentimiento humano así como la capacidad de nutrir y cuidar a los demás, que le puede llevar a ser absorbente y comportarse de un modo sobreprotector. Se ocupa de sentar las bases que nos permiten hallar seguridad emocional, estabilizar las emociones y resguardar los sentimientos. Por ello es el signo del hogar, al que puede permanecer excesivamente apegado convirtiéndose en un caparazón que al mismo tiempo le protege y le aísla de las agresiones externas. Como el cangrejo, Cáncer puede parecer duro e insensible por fuera pero por dentro es muy tierno y vulnerable.
Características generales
Estamos ante un signo eminentemente sentimental, pero que no es en absoluto ajeno al sentido práctico, dado su anhelo de hallar seguridad. Cáncer registra de modo inconsciente todas las alteraciones que se producen en su entorno y que le influyen tanto en su estado de ánimo como en su comportamiento, por lo que no resulta fácil de comprender. En ocasiones, percibe incluso con antelación los cambios de tiempo, siendo muy sensible a las alteraciones meteorológicas. Se cree que a lo largo del día su humor registra al menos dos cambios que aunque puedan parecer inexplicables tienen siempre una causa justificada.
Otra cosa es que este motivo sea un poco más que insignificante o una interpretación exagerada de un hecho que es su hipersensibilidad puede magnificar hasta el extremo. Y dado que vive de sus sensaciones y sus emociones, estas variaciones le inestabilizan, sintiéndose inseguro cuando necesita imperativamente lo contrario. Esos altibajos hacen que a veces no se sepa por donde cogerle, si bien podríamos decir que responden a emociones cíclicas. Los cambios de humor de Cáncer podrían equipararse al ciclo diario de las mareas, tal como a lo largo de un mes experimenta sutiles alteraciones según las cuatro fases lunares.
Y si la Luna la vemos en una fase diferente en función de la luz que recibe por parte del Sol, ah su signo debemos cambiar a partir de lo que le llega desde fuera, ya que busca sus motivaciones en los demás, alternando etapas de actividad con otras en las que se deja llevar por la inercia y momentos de exaltación con otros en los que se repliega en su interior. No obstante, a pesar de sus “mareas emocionales”, Cáncer como la Luna, en el fondo siempre es el mismo.
Su prioridad incuestionable es la familia y por ella y los temas domésticos se preocupa y sufre constantemente, llegando a frenar su propio avance personal. El futuro, asimismo, es otra fuente de inquietud, siendo un signo que suele tender a vivir en el pasado y que suscribiría entusiásticamente la afirmación de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Así, recordar viejos tiempos es uno de los hobbies preferidos aunque se aferra igualmente al presente, como lo hace con todo aquello que considera que le pertenece.
Se trata de un signo prudente, previsor y ahorrativo por demás, que a pesar de sus caprichos tiende a no desperdiciar nada y a ser más bien frugal. Sabe administrarse muy bien y da un gran valor a todo lo que sea antiguo. Cuando adquiere alguna cosa, por otra parte, da mucha importancia a la relación calidad/precio y prefiere comprar artículos cuya categoría sea garantía de durabilidad con lo que amortizará la inversión realizada. Pero este signo tiende a acumular, a veces objetos de los más peregrinos, ya que en el fondo teme quedarse sin nada.
Por ello puede sorprendernos cuando le regalamos una prenda de vestir, que a menudo no usará, guardándola cuidadosamente en el armario donde tiene otras tantas prendas nuevas y decidiéndose sólo entonces a usar otra que le regalaron hace tiempo. Este peculiar comportamiento puede hacerse extensible a su despensa, los productos de higiene y mil cosas más. Así puede correr a comprar un nuevo bote de champú cuando autorizado una cuarta parte de su contenido y no cuando quedan nada más dos dedos de champú, como haría la mayoría de la gente. Y es que este signo necesita sentirse arropado por las cosas y por las personas y, cuanto menos seguro se siente a nivel emocional, más suele necesitar el respaldo de lo material.
Cáncer representa la nutrición y la comida es, por otra parte, un tema al que concede una gran trascendencia, siendo algunos de los representantes de este signo magníficos cocineros. Valora asimismo la seguridad material y eso explica que generalmente muestre gran interés por el dinero. Su casa es su refugio y la estabilidad que proporciona un hogar y una familia es lo que le lleva a centrarse en la vida. Es eminentemente casero pero al mismo tiempo necesita cambios que alimenten su amplia gama de registros emocionales.
Para este signo resulta especialmente difícil llegar a cortar el cordón umbilical que sigue uniéndole simbólicamente a la familia y, más específicamente a la madre, le cuesta independizarse y suelen vivir de acuerdo con las expectativas familiares. Es como si la única cosa que sintiera segura en la vida fuera precisamente sus orígenes, lo que le acerca a su madre y le lleva a seguir mucho tiempo en una fase algo infantil en la que le cuesta mucho definir sus objetivos y trazar su propio destino.
Se diría que quiere vivir como “al ralentí”, titubea y le cuesta llegar a individualizarse con su instintivo desplazamiento lateral que le lleva a moverse dando un paso delante y dos para atrás. A veces con poco carácter, tímido y sufrido, raramente se arriesga de no sentirse del todo seguro y realiza esos acercamientos irregulares hasta que no ve amenazada la consecución de su objetivo y se lanza de un salto a por él. “Despacito y buena letra” podría ser su lema, ya que es paciente por naturaleza, y si empieza algo podemos contar con que lo concluirá, a pesar de que no tiene mucha fe en sí mismo. Se mueve mayormente por simpatía y con inseguridad, ya que tiende a calcular las consecuencias y la viavilidad de sus actos en función de sus experiencias, buscando otros precedentes que le den garantías de éxito. Respeta, asimismo, a las personas mayores y con experiencia, tal y como sigue las costumbres y las tradiciones por su talante conservador y su apego a la patria que considera como el hogar común.
Es, por otra parte, impresionable, muy sensible a la opinión que los demás tengan de él así como a las críticas y a las burlas. Es más bien apocado, tiene un gran sentido del ridículo y le preocupa el “que dirán”. Su imaginación es muy viva y su percepción tan sutil que tiende a ofenderse enseguida, llegando a ser muy susceptible y poniéndose pronto a la defensiva. Esto le lleva a estados de malhumor y melancolía pronunciados, volviéndose huraño e irritable, con reacciones sorprendentemente duras y dado al rencor, ya que raramente olvida ni en los mínimos detalles.
Si se siente incomprendido se refugia en su caparazón -de hecho tiende a la auto-compasión tanto como a los remordimientos inútiles- y llega a reducir al mínimo sus contactos con el exterior hasta que ha curado sus heridas y utilizando, en ocasiones, esta tendencia a encerrarse en sí mismo como un medio para lograr que vayan detrás de él y le presten atención. Puede ser tan huraño, duro y lleno de tristeza como atento, simpático y divertido, siempre solícito y acogedor. Es un signo muy sensitivo y emotivo, compasivo y generoso aunque nunca impulsivo pues espera a ver si es realmente necesario antes de prestar su incondicional apoyo y comprensión.
Posee una extraordinaria capacidad de empatía y sabe escuchar como nadie -cuando no se cierra y se abstrae totalmente- y resulta tan encantador y cariñoso como antisocial o exclusivista. Normalmente silencioso y discreto, no hay nada que se le escape y en general necesita bastantes horas de sueño para recuperar su equilibrio emocional normalmente frágil al estar sometido a tantas influencias externas. Cuando tiene un problema puede practicar con éxito la táctica de consultarlo con la almohada para a la mañana siguiente conocer intuitivamente la solución.
Dice el tópico que lo Cáncer son algo lunáticos, cuando no un poco chiflados, pero eso podemos desmentirlo categóricamente… aunque no está de más observarlos cuando hay Luna Llena y con ella aflora su rico potencial emocional y sensitivo que les lleva incluso a cultivar con éxito su vertiente artística, que resulta un buen canal de expresión de su sensibilidad. De hecho. Los hombres de este signo pueden tener más potenciada su parte femenina, al ser más plenamente consciente de ella, lo que no tiene nada que ver con resultar poco masculinos o viriles. La mujer, por su parte, sin menoscabar su capacidad de seducción tendrá acentuada su faceta y su instinto maternal.
La Mente de Cáncer
Para este signo tan soñador, que seguramente se inventó aquello de “estar en la Luna”, la mente funciona a partir del plano subjetivo o instintivo más que racional. Suele dejarse guiar por la percepción emocional y por el recuerdo, con lo que puede llegar a auto-coaccionarse. Registra todo aquello que ve y que percibe, con una extraordinaria receptividad. Se trata de una mente muy fértil, que interioridad y es abonada por sus emociones y su gran imaginación. Fácil de conmover, no comunica sus sentimientos y tiende a ser desconfiado, protegiendo siempre sus emociones en su concha invisible que le lleva al hermetismo más absoluto o a expresarse con dureza. Pero sus accesos de malhumor e irritabilidad no hacen más que tratar de esconder que se siente herido.
Es difícil que revele sus más íntimos pensamientos y sus experiencias le sirven de aprendizaje y quedan gravadas en su corazón para posteriormente reflejarlas en el exterior como si fuera un espejo. Es, pues, reservado e introvertido pero muy observador y sagaz, con una sutil perspicacia. Suele hacer preguntas, aunque en realidad no le hace mucha falta, pues si bien los demás acuden a él para contarle sus penas, es capaz de captar sus pensamientos sin necesidad de explicaciones. Y sabe decir las palabras justas, que llegan al corazón y reconfortan. Por otra parte, si bien es extremadamente sensible a la crítica puede hacer comentarios hirientes de modo irreflexivo.
Es normalmente amable, cortés, considerado y discreto, siendo aquella persona a la que se le puede confiar un secreto. Comprende, además, y no juzga, aunque suele guardarse sus propios problemas para sí mismo, negándose el desahogo y el consuelo del apoyo de otra persona. Tiende a rememorar los días felices del ayer y a recordar especialmente su infancia, gracias a su extraordinaria memoria, especialista en almacenar datos y fechas, tanto com en rememorar incansablemente un pequeña injusticia que le ha hecho daño y a la que parece aferrarse.
Su susceptibilidad extrema le acarrea muchas complicaciones, llegando a malinterpretar los comentarios y las actuaciones de los demás, viendo hostilidad donde no la hay en absoluto. Le resulta fácil creer que quieren perjudicarle y saber que es objeto de comentarios a sus espaldas puede llegar a destrozarle. De hecho, Cáncer necesita que se le re-afirme constantemente su valía y sus criterios y por ello necesita ser elogiado. En ocasiones buscará la comprensión de los demás, llegando fácilmente al llanto y dejándose llevar por la nostalgia por su pesimismo siempre latente. Es como si necesitara asegurar la jugada, temeroso del problema que el futuro, invariablemente, traerá.
Responde rápidamente a la influencias de su entorno y a pesar de sus cambios de humor, suele expresarse de un modo sereno y tranquilo. Si su ánimo le acompaña este signo es extremadamente divertido y dado a las bromas que raramente resultarán malévolas o hirientes. Su conversación resulta muy interesante, tanto por su humanidad que les aleja de lo superficial, como por su amplio interés por la cultura en sus diversas manifestaciones. Amante de las colecciones y de los libros, suele ser un buen conocedor del refranero así como de los consejos de la abuela. Sabe, asimismo, como transmitir y expresar sentimientos y suele tener talento para la literatura, la historia y la poesía.
Cuando tiene una idea fija resulta muy difícil desistir de ella, aunque es muy influenciaba por las opiniones ajenas que en ocasiones asimila y reconduce sin elaborar un criterio propio. Se siente inclinado a pertenecer a algún movimiento religioso o espiritual incluso la masonería o alguna comunidad oculta, cuando no se deja tentar simplemente por superstición. Es el sufridor nato, que se preocupa por todo y tiende, por ello a la ansiedad, lleno de una inquietud que sobrecarga su sistema nervioso.
La intuición es su principal aliado y es un signo que puede tener presentimientos y premoniciones, al que le gusta aprender pues el conocimiento le proporciona seguridad y alimenta su excepcional fantasía, dada al ensueño y a la fabulación. Valorará especialmente la comunicación con su familia, con la que podrá relajarse un poco más y abrir su corazón más allá de esa coraza con la que oculta su vulnerabilidad.
Cáncer y las relaciones
Cáncer sabe com nadie cuidar a sus seres queridos, le gusta hacerlo y desea que los demás hagan lo propio. Po otra parte, responde a las demostraciones afectivas y al más pequeño detalle que se tenga con él y nunca abandonará a quien crea que le necesita. Para este signo es fundamental establecer lazos afectivos fuertes y con cierta dependencia mutua, siendo proclive a sentir apego por las personas conocidas y por aquellos que le muestran afecto.
Sus sentimientos son duraderos y fieles, dado su elevado concepto de la familia y las implicaciones del afecto y otorga mayor importancia al amor romántico que a la sexualidad. Si bien es dulce y afectuoso, tiende a ser tímido en la demostración de sus sentimientos y algo reservado con sus emociones, siempre con cierto pudor. Adora el hogar y el matrimonio le atrae y le estabiliza pues el compromiso le da una garantía de seguridad emocional y de cara al futuro. Por ello acostumbra a preferir el matrimonio convencional a las uniones libres, tanto por tradición como por principios. Generalmente el matrimonio, el hogar y los hijos constituyen el eje en el que basa su existencia.
El amor para Cáncer, y a pesar de su romanticismo, es por encima de todo el camino para tener hijos y formar una familia. Su entrega es total, pues se diría que se nutre del amor, y además desinteresada pues no pide nada a cambio y suele dar más de lo que recibe. Espera, eso sí, que la pareja esté presente cuando la necesita. Resulta la elección ideal para quien busque sentirse protegido y querido, con un amor que tiene cierto transfondo maternal o paternal, aunque puede llegar a resultar muy absorbente y necesita que su pareja le confirme constantemente sus sentimientos.
No soporta las rupturas y ha de tener muy buenas razones para cortar una relación, lo que hará invariablemente tras un largo periodo de sufrimiento. Asimismo y dado que tiene un elevado sentido moral, le resulta muy difícil mantener una relación extramatrimonial que le lleve a destruir un hogar y deshacer una familia. No le gustan las aventuras y por ello tarda en comprometerse pues espera estar totalmente seguro de sus sentimientos. Tiene una idea algo romántica de la pareja, un sueño que espera hacer realidad. Le cuesta enamorarse y si sufre una decepción tarda mucho tiempo en superarla, pero una vez ha elegido persevera hasta el final en las relaciones y nada hace cambiar su elección.
Cáncer asocia el amor con la ternura y el afecto que le proporcionan protección y consuelo. Es como si anhelara reproducir en exclusiva el amor materno que le ha de devolver la seguridad y alejarlo del conflicto. Dado que es muy sentimental y tiene un gran apego a sus recuerdos, conservará cartas, regalos y pequeños objetos del pasado y de sus enamorados. Necesitará ser tratado con delicadeza y consideración y rechazará las personas demasiado bruscas o autoritarias. A veces, si siente que puede perder a la persona amada puede llegar a aparentar indiferencia, pero si está bien equilibrado las relaciones serán armónicas y plácidas. El simbólico cangrejo, con sus pinzas, se aferra a sus seres queridos como a su más preciada posesión, por lo que mantendrá una actitud posesiva más que una clara tendencia a los celos.
Este signo tiende a dejarse influir por el estado de ánimo de su pareja y, en lo que refiere a la sexualidad, muestra una amplia gama de sensaciones estando siempre muy receptivo a las necesidades y preferencias de su pareja. En ocasiones puede sentirse algo frustrado, aunque no acabe de ser consciente de ello, dado que le cuesta expresar sus deseos y puede tener un comportamiento algo pasivo, más pendiente del otro que de sí mismo. Siempre busca gustar y complacer y su sexualidad está íntimanente relacionada con el afecto y la ternura, integrada en la globalidad de una relación sentimental.
Para conquistarle resulta importante mostrar simpatía por su familia y hay que tener presente que casarse con un Cáncer implica casarse con todo su núcleo familiar y entrar a formar parte del clan a todos los efectos. Suele seguir muy ligado a los padres durante toda su vida y cuando no lo hace se produce una separación tan radical que resulta a todas luces antinatural. Generalmente le gusta pertenecer a un colectivo o agrupación relacionado con la patria, el folklore o las familias. Se trata de un signo sociable, pero siempre en grupos reducidos o limitados en cuanto a integrantes. También le atrae en gran manera el cine y la televisión, grandes suministradores de imágenes visuales que enriquecen su imaginación y abonan su fantasía, así como las novelas románticas.
Y le gusta mucho, como no, contemplar el mar especialmente en las noches de Luna Llena, que le llena de ensueños y le traslada a remotos puntos más allá del océano. Le gusta la compañía excepto si se siente herido, circunstancia en que buscará la soledad. Cuando sufre una decepción sentimental tiende a comer demasiado para compensar la carencia afectiva y, en todo caso, le encantan las invitaciones a comer o a cenar.
A los hombres Cáncer les complace ser mimados y sentirse cuidados, aunque no lo reconozcan, y es posible que sean buenos cocineros. Por otra parte, les resultará más sencillo que a los varones de otros signos comprender la necesidad de realizar tareas domésticas y además hacerlo. Para ellos la mujer elegida por su corazón ha de ser, por encima de todo, digna de convertirse en la madre de sus hijos y su propia madre resulta a veces una dura competencia como modelo ideal. Necesita asimismo sentir que es el encargado de proporcionar seguridad a su familia.
Le gusta mantener amistades de la infancia, a las que cuidará y mimará, pues este signo tiene una gran continuidad en la amistad, siendo normalmente popular en su círculo. Tiende a casarse pronto, o con alguien que conozca de toda la vida y pondrá las obligaciones familiares en primer lugar. Por ello los hijos serán para Cáncer la mayor fuente de satisfacción, así como una garantía de seguridad cara al futuro, y es posible que la mujer de este signo deje a su marido un poco en segundo plano después de ser madre, convirtiéndose en el nexo de unión de núcleo familiar. Es un signo que se ocupa de la educación de sus hijos, a los que tiende a sobreproteger y a mimar cuando no al malcriarles, resultándole duro aceptar que se hacen adultos y vuelan por su cuenta.
Su hogar resulta muy acogedor, decorado con gusto y apacible, con un estilo convencional y siguiendo las costumbres y tradiciones de su familia de origen. Puede estar un poco recargado pues le cuesta deshacerse de todo aquello que tenga un valor sentimental o alguna utilidad futura y le gusta conservar muebles u objetos antiguos o heredados. La cocina -con buena despensa- y el baño, suelen ser las habitaciones más importantes de las casa. Para Cáncer, su hogar es ciertamente su castillo, y no resulta extraño encontrar en algún rincón un almohadón bordado con la frase “hogar, dulce hogar”. Trata con esmero a sus invitados y en su casa hallaremos seguramente alguna colección a las que son muy aficionados, unas cuantas fotografías familiares y un buen surtido de novelas históricas o biografías.
La Profesión de Cáncer
Para Cáncer es importante establecer una implicación afectiva con su trabajo y gozar de la simpatía de sus superiores. Es posible que sea el continuador de un negocio familiar y, a poco que pueda, trabajará en su hogar o con algún miembro de su familia. Necesita tener un ambiente de trabajo tranquilo y suele decidir tarde su vocación cuando no le cuesta fijar sus objetivos.
Se trata de un signo poco competitivo pero muy trabajador, al que no le gusta dejar las tareas a la mitad y suele empezar a trabajar pronto. Da lo mejor de sí en equipos reducidos, prefiere no tener que cambiar de oficio ni de empresa. Asume sus responsabilidades y busca el ascenso, que compensa sus internos sentimientos de inadecuación. Si no sabe realizar una tarea, suele sentirse avergonzado y le cuesta mucho decidirse a pedir ayuda.
Aunque no es especialmente ambicioso, le gusta el poder como un modo de garantizar su seguridad económica para el día de mañana. Para este signo, la autoridad y la fama conllevan reconocimiento y su eterna inseguridad necesita nutrirse constantemente de la aprobación de los demás. Sabe aplicar a la profesión su gran intuición, conoce el modo de retener el éxito, atraer a las masas y captar las preferencias de la gente. Está especialmente dotado para trabajar de cara al público, con niños. Recordará caras y nombres de su clientela, se interesará por detalles de su vida personal y velará por sus intereses.
Aplica su instinto maternal al trabajo y puede ser excelente como niñera, maestro o pedagogo, comadrona, enfermera o en un jardín de infancia. Por otra parte, por la combinación de sensibilidad ye imaginación, tiene talento artístico y dotes plásticas, puede ser pintor, músico, actor o dedicarse al diseño o confección de prendas de vestir, así como la decoración de interiores. Su amor al pasado le inclina a la historia y a las antigüedades, a ser conservador de un museo, archivero, bibliotecario o folclorista y su perspicacia a convertirse en un excelente hombre de negocios.
Puede dedicarse a la banca, a gestionar créditos o economías domésticas, será contable, administrador de un teatro o empresa, representante, negociante, agente inmobiliario, trabajará en algún servicio público, o en política siendo un buen diputado. Se dedicará a la hostelería y puede ser cocinero, catador, chef, maitre, camarero y director de hotel. Será un buen comerciante como tendero o dependiente, tendrá una tienda de ultramarinos, una pastelería o una pescadería. Puede ser empleado doméstico, doncella, formar parte del personal de limpieza, ser portero de una finca, jardinero, pulidor o vendedor de espejos y cristales.
Puede ser constructor o capitán de barco, patrón de una embarcación, pescador o monitor de natación, nadador o meteorólogo. Asimismo, se dedicará a la ilustración de libros infantiles, será novelista o escritor de novelas rosa o históricas, o creará juegos interactivos, será librero -en ocasiones de ediciones antiguas o de segunda mano- o investigador. En las especialidades médicas, escogerá la pediatría y la ginecología.
Cáncer y la Salud
En el organismo Cáncer representa el estómago y el pecho, siendo estos los encargados respectivamente de la asimilación de los alimentos y de la nutrición del bebé que acaba de nacer. Sin el estómago la vida no sería posible y en él se inicia el proceso digestivo, que dura horas. Asimismo el signo de Cáncer necesita tiempo para similar i digerir sus emociones y las situaciones que vive. Tanto en el proceso biológico como en el emocional, es necesario reconvertir y tratar las sustancias o percepciones para hacerlas asimilables, función que en el organismo realizan los jugos gástricos.
Es dado pues, a los problemas gástricos y a padecer úlceras de estómago, resultando muy importante mantener una alimentación suave y equilibrada ya que suele ser un signo de personas golosas, con tendencia a la obesidad. Asimismo toma importancia el sistema endocrino y puede tener problemas con los ganglios, enfermedades parasitarias o exceso de secreciones glandulares. Tiende a la ansiedad así como a la neurosis y nota especialmente los cambios de tiempo. Le conviene el termalismo y necesita un ambiente tranquilo y excepto de ruidos tanto como recibir afecto y experimentar alegría.
En este signo los problemas de tipo psicológico, con los cambios o los imprevistos, se transforman fácilmente en dolor de estómago o vómitos, así como en todo tipo de trastornos de origen psicomático. Este signo tiende a esperar lo peor y puede prácticamente crearse enfermedades o al menos malestares casi por simpatía o con la sola mención de sus síntomas. Tiende a ser hipocondríaco y aprensivo pero al mismo tiempo, es capaz de auto-curaciones sorprendentes. Es uno de los signos que se asocia con la enfermedad oncológica. Por otra parte, la Luna representa la nutrición y el útero, el órgano que alberga la fecundación y es centro de los procesos cíclicos femeninos, representados asimismo por el signo de Cáncer, que se relaciona con la menstruación, por lo que la posición lunar es singularmente importante en los temas natales femeninos.
Comentarios finales
Para terminar, repasaremos algunos rasgos del físico de Cáncer. Hay que tener en cuenta que las características, al igual que el resto de detalles de la descripción del signo, son generalizaciones y que cada persona (según el resto de posiciones planetarias de su Carta Astral, su voluntad y conocimiento personal), las vivirá de un modo diferente.
El signo Cáncer favorece un rostro redondeado, piel pálida y una ancha sonrisa en forma de media luna. El cabello será suave y generalmente tiene poco vello corporal. Los ojos, mas bien pequeños como la nariz, son profundos y de mirada cariñosa. Los labios serán carnosos y sus formas plenas, especialmente femeninas para la mujer. Las extremidades pueden resultar algo largas respecto al cuerpo y su expresión puede mostrar una cierta preocupación. Su presencia siempre algo tímida, transmite simpatía y cierto aire maternal, con un caminar algo torpe. La indumentaria será más bien clásica, discreta y a menudo llevará alguna prenda hecha a mano, algún complemento antiguo o heredado de su familia y suele conservar ropa durante mucho tiempo.
Cáncer es el signo del sentimiento maternal que nos proporciona la seguridad básica en la vida, nos liga a nuestro hogar y nos da el afecto. A veces, no obstante, se deja llevar por el miedo antes que por ese amor que experimenta y por ello cae en la inseguridad. Pero hay que recordar que, tal com dice Emmanuel (Pat Rodegast), “El miedo te dice:quiero darte seguridad. Y el amor te dice: estás seguro”.
Famosos nacidos bajo el signo de Cáncer
Pierre Cardin, Nelson Rockefeller, Julio César, Erns Hemmingway, Gina Lollobrigida, Marcel Proust, Charles Laughton, Jean Cocteau, J.J. Rousseau, La Fontaine, Chagall, Luis Armstrong, Ingmar Bergman, Rubens, Rembrandt, Kafka, Garibaldi, Mazarino, Feroge Sand, Enrique VIII, Ringo Starr, Modigliani, Mac Luhan, Finger Rogers, Yul Brinner, Leslie Caron, Gerald Ford, James Cagneu, John Glenn, Hellen Keller, Bárbara Stanwyck, Duque de Windsor.