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El símbolo del signo de Géminis son unos gemelos de edad adolescentes representación de esta etapa de la vida, así como la dualidad existente en el ser humano. El Zodíaco se inicia como sabemos en le signo de Aries, al que sigue el de Tauro y es en Géminis donde aparece por primera vez un símbolo con representación humana, lo que indica que es guiado por la razón en lugar de por el instinto. Se trata pues, del primer signo guiado por el intelecto aunque, al hallarse éste es su fase de formación puede no llegar a profundizar.

Asimismo, la doble simbología de los gemelos refleja la dualidad existente en el interior de todo ser humano, en lucha eterna entre su parte animal y la espiritualidad. Por otra parte, se representa igualmente mediante un dos consignado en números romanos, que simboliza las dos columnas que flanquean la puerta que conduce al ámbito del conocimiento y del saber. Así Géminis es una puerta abierta al exterior, y rige todos nuestros contactos con él, estando motivado precisamente por las ansias de conocimiento.

Corresponde al tercer paso en el desarrollo humano, en el que toma conciencia de las diferencias y las distancias y deseamos saber más sobre las cosas y las personas de su entorno. Después de la acción que representa Aries y la acumulación recogida en Tauro, Géminis es el signo de la difusión. No obstante, no podríamos comprender el mundo sin previamente haber interiorizado el contacto con nuestro propio cuerpo y las sensaciones que experimentamos, tal y como nos ha enseñado el signo de Tauro.

Géminis introduce el diálogo y el intercambio, sumando las características de Aries y Tauro al recoger el ideal y el sentido práctico, en la unión de la vida y la forma. Si le evolución surge de la existencia de antagonismos, Gémis se contrapone constantemente a sí mismo, como si siempre se encontrara en el brete de decidir hacia donde debe inclinarse como un eterno adolescente situado en un cruce de caminos. Si con Tauro experimentábamos las sensaciones, con Géminis esas sensaciones son razonadas, ya que vive mayormente de su intelecto. Y es la mente la que lo relaciona con la movilidad pues es el gesto el que en su expresión contiene y da forma al pensamiento.

Este signo se ocupa de la adquisición de conocimientos, del aprendizaje y la utilización de la palabra, lo que da idea de su capacidad de comunicación, su expresividad y su innata curiosidad. Representa el espíritu de la diversidad y la conciencia de la variación. Después de la solidez y la estabilidad de Tauro, Géminis, ligero y etéreo aporta su capacidad para el cambio y su gran adaptabilidad, teniendo del mismo modo un ánimo cambiante y un comportamiento inestable. Si Tauro construye, Géminis transmite y es signo de generosidad. Con él nos podemos relacionar de igual a igual con las otras persona, ya que inicia la relación con los demás y con el mundo, entendido como el espacio que nos rodea.

Géminis pone en relación ideas, lugares y personas por lo que los viajes le atraen ya que se diría que moverse es su estado natural. De hecho, si pudiera, a menudo estaría en dos lugares a la vez de igual manera que le atrae dedicarse a dos actividades al mismo tiempo. La comprensión de Géminis pues, es amplia, y su versatilidad prodigiosa. La dualidad representada por este signo expresa las dos condiciones inherentes a la persona, del mismo modo que los gemelos se asocian con Caín y Abel y la posibilidad de escoger entre el bien y el mal. La elección está en sus manos y, caso de descubrir sus motivaciones, es un signo de progreso tanto como llega al desequilibrio y la superficialidad más anodina si se instala en esa dualidad.

Posee, en todo caso, multiplicidad de dones que debe decidir si quiere malgastar o, por el contrario, sacarles el mayor partido posible. Géminis parece ser más consciente que los demás signos del Zodíaco de que la tierra está girando constantemente y se diría que quiere seguirla en su movimiento. Su planeta es Mercurio, el mitológico mensajero de los Dioses con alas en los pies, representante de la adolescencia. Con él, Géminis puede ser el niño eternamente travieso, que disfruta del momento y se interesa por todo sin plantearse nada más allá, o el transmisor del conocimiento que aprende en primer lugar a tomar conciencia de sí mismo y cultiva sus drones.

Características Generales

Para este signo de espíritu nómada, la realidad está en función tan solo del punto de vista del que la observa. En el fondo anda en busca de un ideal, aunque la mayoría de las veces ni siquiera sabe cuál es. Pero está en constante movimiento, siempre vivaz y activo, buscando distraerse y siguiendo el Elma de que en la vida lo importante es participar y además en las mayores vertientes posibles. Es como si creyera que si se para perderá el equilibrio, igual que sucede al detener una bicicleta.

Mantiene el espíritu juvenil a lo largo de la vida, siendo comunicativo, abierto y locuaz. Listo como nadie, vivaz, espabilado y dotado de una inacabable gama de recursos, puede salir con gracia de cualquier situación. Elude los problemas con inteligencia, sin enfrentarse directamente a ellos. Sabe responder de inmediato a las exigencias del momento, lo que le hace capaz de resolver emergencias y soportar situaciones de crisis. Vive al día, por no decir al minuto, y se va organizando según se presentan las circunstancias. Normalmente no repite el mismo movimiento dos veces ni elabora hábitos de comportamiento.

A menudo, para Géminis, perseverancia equivale a monotonía y su inconstancia va de la mano de su impaciencia, pues desea realización instantánea de sus ideas. Parece creer que si no obtiene algo al instante no va a llegar nunca. Tiene la astucia necesaria para hallar soluciones rápidas y fáciles a los problemas pero del mismo modo, si se encuentra con algún obstáculo se retira y se dedica a otra cosa. Su personalidad dual necesita vivir multiplicidad de experiencias y, dado que no se implica emocionalmente, le da lo mismo cambiar sus objetivos llegando a menudo a la dispersión. No hace falta decir que la frase “aprendiz de todo, maestro de nada” puede describir a la perfección su modo de ser.

A menudo hace varias cosas a la vez, especialmente cuando la tarea o tema principal le resulta pesado. Se mueve por impulsos, y a pesar de que no le mueve la satisfacción de los sentidos en sí misma, sus entusiasmos son inmediatos pero se apagan con la misma rapidez. Por otra parte, si pudiera, Géminis suprimiría en sí mismo todo aquello que le recuerde los instintos más primarios de las personas. Quizás eso explique, al menos en parte, por qué razón en ocasiones se comporta justo al revés de lo que quiere, llegando a ser inconsecuente.

Es abierto, divertido, inquieto y alegre. Es el signo de la intermediación y el intercambio que da el intermediario nato, maestro de las relaciones públicas, que capta al instante a los demás. Siempre hábil en la defensa de sus intereses, Géminis sortea las dificultades sin dejar que le detengan, busca su comodidad y prefiere no tener que tomar decisiones ni esforzarse demasiado. Además le gusta hacerlo todo en el menor tiempo posible y por todo ello puede llegar a resultar inconsistente e inmaduro. Se diría que se observa vivir en lugar de sumergirse en su existencia, como el adolescente que sueña en su vida mientras se prepara para ella.

Así Géminis se ve a si mismo desde fuera y se juzga, en su eterna disociación interna que le inquieta y le lleva a necesitar tanto de los demás como punto de referencia y equilibrio. Aunque resulta difícil de entender debido a su variabilidad tiene un gen poder de atracción sobre su entorno, mostrándose siempre desenvuelto y encantador. Tiende a ser impuntual y distraído, poco formal, muy irritable y a menudo ruidoso. Su frágil sistema nervioso le tiene en vilo y, a pesar de que no le gusta nada preocuparse, lo cierto es que lo hace con facilidad, es nervioso e irascible.

Deseoso de aprender, sociable y expresivo, tiene fama de cierta frialdad que nace de que su doble visión de lo material y los espiritual le lleva a relativizarlo todo. Por otra parte, dado que constantemente está en estado de alerta y usando sus cinco sentidos de forma simultánea, si se dejara conmover no podría soportarlo. En el fondo quizás sea muy sensible, o al menos extremadamente sensitivo, pero su habilidad innata le lleva a razonar las sensaciones con lo que puede desvirtuarlas. Esta habilidad es tanto mental como física, y de hecho, si se concentra en un solo objetivo puede llevarlo al éxito.

Lo que pasa es que para Géminis estabilidad es un concepto que suele ir asociado con responsabilidad y aburrimiento y eso le causa pavor. Como un adolescente que se niega a crecer, una especie de Peter Pan del Zodíaco, este signo se toma la vida como un juego para desproveerla de emociones fuertes que considera amenazadoras. Puede llegar a crear una situación nueva únicamente como una forma de escapar de otra similar, que le resulte desagradable o le cause problemas, para no tener que enfrentarse a ellos. Así, a pesar de su necesidad de cambio y de su afinidad con las variaciones que experimenta la vida, en ocasiones le cuesta enfrentarse a una situación que implique realizar cambios significativos, llevado por el miedo que le causa tomar una decisión que implique escoger una alternativa definitiva.

Por ello, puede llegar a largar innecesariamente situaciones sin sentido o incluso dolorosas, simplemente por cobardía. En realidad, resolver las dificultades puede llegar a ser el juego más excitante de la vida, aunque enfrentarse con los problemas implica asumir responsabilidades y compromisos, aceptar la intimidad y asumir riesgos y a Géminis le parece que para todo ello hay tiempo… hasta que se da cuenta que no es así. Y el sentido del cambio, precisamente, tendría que ser mejorar nuestra vida. Por otro lado, su comportamiento, a menudo errático, desconcierta. Pero para este signo, claro está, sus cambios están siempre justificados.

Su innata ligereza lleva a pensar que se desentiende de las cosas pero en el fondo a Géminis no se le olvida el problema, solo lo deja estar y no hace referencia a él hasta el momento en que no hay más remedio que resolverlo. Y mientras ese momento llega -o preferiblemente no llega nunca-, sigue dedicándose a otras mil cosas como si nada. Es, además optimista por naturaleza y tanto su disposición tolerante como su capacidad de adaptación hacen que siempre salga adelante.

La Mente de Géminis

Se trata de un signo eminentemente intelectual, por lo que la mente es importante para Géminis, tiene una gran sed de conocimiento y una intensa actividad mental. Su inteligencia es aguda y sutil al mismo tiempo. Tiene una gran facilidad de palabra, tanta que a veces le lleva a hablar demasiado y cometer indiscreciones. De hecho, del mismo modo que no sabe guardar secretos tampoco sale tenerlos aunque tiende a la exageración o a adornar la verdad con pequeñas inexactitudes. Si bien suele ser sincero, puede tener tendencia a decir medias verdades o a ocultar sus motivos.

Su conversación es por demás amena variada, es explícito e ingenioso. Acostumbra a estar bien informado y se diría que conoce todos los temas, aunque resulte ser un conocimiento muy superficial. Es capaz de recoger diferentes informaciones e impresiones de forma simultánea, a pesar de que le costará retenerlas, y querría saberlo todo en todos los campos posibles. Su mente es flexible e inquieta, es perspicaz y extraordinariamente curioso. No suele estar dotado de una gran fantasía pues su mente, aunque es creativa, funciona a partir de los datos que va recibiendo y registrando. Sabe hacer suyas las ideas de otros dándoles un aire diferente, pues tiene una gran imaginación.

Su simpatía le hace congeniar con todo el mundo y suele ser bien. Cuando quiere es un gran diplomático del mismo modo que es especialista en crear controversias, que a él no le importan lo más mínimo y desaparecer dejando a los demás inmersos en una discusión. Asimismo puede resultar algo hipócrita por su capacidad de comprender a todas las partes en conflicto y su tendencia a evitar problemas. De todos modos, es un compañero agradable, a pesar de su humor cambiante y de que puede ser sorprendentemente cotilla.

Habla con rapidez, siendo un maestro en una especie de esgrima verbal, malicioso, que incluye frases con doble sentido y juegos de palabras que le divierten y le estimulan enormemente. Se expresa con soltura y de forma espontánea, pues asimila al instante los datos que recibe. Del mismo modo aprende con rapidez y está pendiente de mil y un temas distintos al unísono, aunque le cuesta mantener mucho tiempo la atención en uno solo. Suele leer mucho y está dotado para los idiomas, que le permiten conocer otras culturas y darle la sensación o mayor facilidad para estar en otra parte y comunicarse con más gente.

Por su habilidad dialéctica se diría el inventor de la conversación y goza con la controversia. De hecho en el debate puede resultar petulante pues siempre cree tener la razón. No obstante, cuando vuelve a hablar del mismo tema puede expresar con total tranquilidad una opinión distinta, que nuevamente considera acertada. Efectivamente, Géminis cambia fácilmente y con rapidez de opinión pero a su modo de ver no se trata de superficialidad o inconstancia, ni tan siquiera de inestabilidad. Simplemente ha adquirido nuevas informaciones que le han llevado a ver las cosas de otro modo, aunque este comportamiento le hace parecer poco fiable, una especie de diletante intelectual.

Acostumbra a adquirir más información de la que realmente puede asimilar y, si se para a reflexionar, duda y le cuesta decidirse pues ve claramente todas las opciones, aunque su intuición es siempre un buen aliado. Este signo es extremadamente nervioso, tiende a la ansiedad y a la vacilación y utiliza la ironía como tapadera para esconder sus sentimientos. Su espíritu burlón le lleva a reírse de sí mismo, especialmente si cae en la ternura, puede llegar a ser impertinente o incluso cínico.

Las relaciones con otras personas son su hábitat natural, con cierto grado de exhibicionismo y puede incluso a tender a meterse en la vida de los demás, aunque no es nada dominante. Puede parecer escurridizo y llegar a ser insustancial, pues se resiste a comprometerse. Es tan despreocupado como inquisitivo y sabe hacer trampas aunque en el fondo es bastante ingenuo. Está dotado de una expresividad portentosa, con dote para la mímica y para copiar todo lo que se le pone por delante. Es asimismo un vendedor nato, y puede ser un gran embaucador, capaz de vender ventiladores en Siberia. Tiene, en definitiva, una “chispa” especial que debe cuidar que no quede en nada.

Las Relaciones de Géminis

Dada su sociabilidad y su simpatía, Géminis es un compañero divertido y agradable, con quien nuca te aburres y tiene un gran espíritu de camaradería. Es extremadamente amistoso, dotado de gran encanto social y fácilmente se convertirá en el alma de la fiesta siendo, como no, el que está mejor informado de los integrantes de una reunión. Sabe hacer cumplidos, tiene tacto y es cortés. Cuando entra en contacto con otras personas le basta un vistazo para saber las que le convienen o le agradan. No le gusta nada estar solo y se interesa por todo lo que le pueda deparar la vida, si bien su aproximación es siempre desde una perspectiva mental.

Así pues, siente atracción por aquellos que comparten sus ideas o con los que tenga afinidades intelectuales y pueda comunicarse, ya que necesita por encima de todo el estimulo mental. Para este signo es natural relacionarse con personas de muy distintas clases, no tiene prejuicios, es tolerante y se adapta al ambiente en el que se encuentra. Disfruta preferiblemente con las actividades intelectuales ante las de tipo físico y prefiérenos impresionar con sus habilidades dialécticas y sus opiniones, enfrascados en peroratas y dando pequeños mítines constantemente para su lucimiento.

Seduce, además, con ligereza, usa su encanto y sabe venderse asimismo siendo un signo al que le encanta más que nada flirtear. Suele valorar en mayor medida la amistad que la pasión, pues más bien quiere mantenerse a distancia de sus necesidades viscerales o primarias. La intensidad de los sentimientos le produce una cierta angustia. Por ello no soporta las escenas melodramáticas y más bien rehuye la intimidad. No le gusta que le provoquen y teme resultar herido aunque le encanta hacer rabiar a los demás y, por descontado, sabe cómo hacerlo. Su gran curiosidad le lleva a realizar numerosos acercamientos superficiales ajenos generalmente a la sensualidad y al sexo.

Su inclinación hacia un enfoque cerebral de la vida le hace guiarse más por la razón que por el corazón y tiende a analizar y hablar de sus sentimientos más que permitirse sentirlos. El intelecto, pues, interviene en el sentimiento y al observarse amar se cuestiona lo que siente. No obstante, si se produce una conexión a nivel intuitivo y mental dejará aflorar la pasión física, como si es camino para llegar a su corazón pasará por su cabeza. Géminis, en realidad, busca una felicidad idealizada en las personas que ama y desea sentir siempre la emoción que acompaña al principio de las relaciones amorosas. Ello le puede acabar llevando a relaciones superficiales, que vuelve a empezar una y otra vez y siempre le llevan a lo mismo.

En el fondo teme entablar una relación larga que llegue a acabar mal y si insiste en su inmadurez, rehuye hacer el esfuerzo necesario para mantener la emoción y reavivar la chispa del amor. No tiene apego al pasado, por lo que olvida con facilidad situaciones y personas y su recuerdos son efímeros. Por su conducta cambiante e inestable, en casos extremos puede mantener varias relaciones a la vez, con total falta de honradez y desprecio por los sentimientos de los demás.

Puede llegar a tener un comportamiento voluble o promiscuo pero, si llega a ello o lleva una doble vida sentimental es que se haya todavía buscando esa media naranja que anhela, más que por una intención real de engañar y abusar de la confianza y los sentimientos de su pareja. Otra cosa es que cuando encuentra a esa media naranja sea capaz de comprometerse. Para este signo compromiso equivale a limitación y aburrimiento, sin saber ver el estímulo que puede representar un conocimiento profundo de otra persona. A veces se siente desorientado pues puede sentir un gran amor pero le cuesta admitir sus sentimientos y prefiere mantener una relación más fraternal que sentimental con otra persona.

Incluso retrasa tomar decisiones por miedo o cobardía y puede perpetuar situaciones insatisfactorias o perder la oportunidad de ser feliz. Este signo puede temer a la verdad cuando es desagradable o le trae complicaciones, a pesar de que pueda beneficiarle a largo plazo. Inquieto como es necesita que el otro represente un continuo desafío mental para poder mantener el interés y, con él, la fidelidad y así le convienen normalmente personas bien distintas de sí mismo. Porque Géminis, evidentemente, y con más motivo al ser un signo gobernado por la razón, si se lo propone puede mantenerse técnicamente fiel de forma estricta. Cuando siente que se le tiene confianza y su pareja le satisface y conecta con él, se siente en armonía y ya no necesita demostrar nada.

Sigue necesitando relacionarse con personas del sexo opuesto, eso sí, pero sus contactos se reducirán a la conversación y al inocente flirteo al que es tan aficionado y que es como un juego para él. Si una relación se le hace pesada, simplemente, busca otra. Es como si siempre necesitara tener alguien en reserva por si le abandonan y a veces piensa que su pareja es más bien una especie de compañía provisional. Acostumbra a casarse más de una vez, especialmente si la primera ocasión ha sido cuando era bastante joven, ya que tiende a la precocidad, y suele estabilizar subida bien entrada la madurez. Necesita siempre, ciertamente, mucho espacio y si se le quiere controlar desaparece pues no soporta sentirse atado.

Muchas veces llega a ocultar, o al menos a disfrazar sus sentimientos y le cuesta mucho admitir que está enamorado. Es un amante amable y refinado, que se adapta al ritmo de su pareja. Para Géminis la sexualidad es otra forma de comunicación, incluso sería el que escribe cartas de amor y dice frases románticas. Puede llegar a imitar inconscientemente a las personas que quiere y en el sexo será activo y nada monótono. Pero tiende a racionalizar las pasiones por lo que podría llegar a una cierta frialdad. La mujer de este signo puede casarse con un hombre mayor que ella al que considerará mejor preparado y el hombre tiende a seguir toda la vida muy pendiente de su madre.

Ambos serán padres comprensivos, que buscarán la comunicación con sus hijos, les animarán a leer y estarán pendientes de su educación, si bien les puede faltar inculcarles algo de disciplina y sus propios cambios pueden desorientarles. Querrán ser sus camaradas y conectarán con ellos especialmente en su adolescencia, pues se entiende bien con las nuevas generaciones y difícilmente se escandaliza, pero sus propios cambios pueden desorientarles.

El hogar de Géminis será muy animado, con muchas visitas y frecuentes cambios de decoración o de ubicación del mobiliario. Las novedades estarán a la orden del día en todos los aspectos y, a pesar de que es poco casero, en su hogar dispondrá de múltiples posibilidades para distraerse como reflejo de su amplia gama de intereses. No suele estar muy ordenado y prefiere un apartamento a un piso demasiado grande, pero si le es posible dispondrá de más de una casa para repartir su tiempo.

Se decanta por los pisos altos y con grandes ventanales y acostumbra a tener relación con los vecinos. En su casa encontrarás un buen surtido de aparatos que le permitan ahorrar tiempo en las labores domésticas para dedicarlo a otras actividades y acostumbra a acostarse tarde, enfrascado en la conversación y la lectura o en juegos de sociedad, haciendo crucigramas o escuchando la radio. No suele tener unas raíces familiares muy profundas, pues es un signo independiente pero refuerza la comunicación con la familia.

La Profesión de Géminis

Tal como cabe esperar, este signo necesita cambios y novedades para rendir al máximo de sus posibilidades, le cuesta estarse quieto mucho tiempo y la rutina le aburre de sobremanera. Es adaptable, versátil y sólo con que se le diga lo que tiene que hacer ya sabe encontrar el modo de llevarlo a cabo. Trabaja, desde luego, a su aire y mucho mejor si es dentro de un horario flexible. Tiene un gran espíritu de camaradería, entiende a la gente Y sabe aportar innovaciones a su labor. Es ciertamente polivalente y el abanico de posibilidades profesionales de Géminis es muy amplio, destacando especialmente en aquellas actividades que requieren movimiento, relaciones e intercambio de información.

Su rendimiento puede ser irregular y su actitud algo cambiante pero está capacitado para trabajar deprisa y asimilar con rapidez las instrucciones que recibe. A menudo tiene dos ocupaciones al mismo tiempo y, del mismo modo, es capaz de realizar varias tareas a la vez si bien puede dejar las cosas a medio hacer. Parece que le cuesta desempeñar el mismo trabajo durante mucho tiempo o, al menos, hacerlo siempre de la misma manera. Géminis desea ser apreciado por sus jefes pues así se siente protegido y sabe ser un excelente mediador entre la dirección de la empresa y el personal, así como transmitir las instrucciones de la directiva. Parece que está en todas partes aunque acabe haciendo las cosas sólo por encima porque, como dice el dicho, “quien mucho abarca poco aprieta”.

Generalmente prefiere no asumir responsabilidades y evita el trabajo que requiere esfuerzo físico. Si llega al poder acostumbrar a delegar, repartiendo las responsabilidades entre los empleados especialmente dotados para cada función y reservándose la elaboración de nuevos proyectos. Puede dedicarse al periodismo y los medios de comunicación en general como locutor, escritor de relatos o cuentos cortos, redactor del periódico o revista, reportero y fotógrafo de actualidad. Será telefonista o vendedor de teléfonos y radiofonía, conferenciante o colaborador en tertulias, puede tener un kiosco o trabajar en una biblioteca. Por otra parte puede ser lingüista, grafólogo, traductor o intérprete. Asimismo puede dedicarse a la publicidad, ser relaciones públicas, diplomático, agregado comercial, animador cultural o de espectáculos, recepcionista y conserje.

En el ámbito del comercio, que en sí mismo representa el intercambio, Géminis desempeña multiplicidad de oficios. Puede ser promotor de ventas y vendedor de automóviles y de todo tipo de mercancías, representante, comisionista o viajante y dedicarse a la venta ambulante, de papelería o de juguetes y poner una librería. Le irán bien los trabajos itinerantes y puede tener una empresa de trabajo temporal, así como dedicarse a hacer suplencias. Será taxista, chofer, mensajero, motorista, ciclista o transportista como trabajará también en tiendas relacionadas con estos medios de transporte, siendo entrenador y mecánico.

O bien será conductor de autobús, ferroviario, agente de aduanas o formará parte del personal de tierra de un aeropuerto. Del mismo modo que puede ser azafata, piloto o controlador aéreo, paracaidista o instructor de vuelo en ala delta y meteorólogo. Asimismo puede trabajar como ingeniero de telecomunicaciones, peón caminero, cobrador de peaje en una autopista, en una tienda de carretera o en el mantenimiento de semáforos y señales de tráfico. Puede ser taquillera o acomodador, cartero o funcionario de correos, oficinista y lo que se conoce como un hombre de negocios, la secretaria o secretario en general y específicamente en un sindicato o agrupación.

Igualmente puede dedicarse a la enseñanza, preferentemente estudios primarios y secundarios o en un instituto pues está especialmente dotado para trabajar con adolescentes, incluso como monitor en campamentos de verano o instructor de gimnasia. Será impresor, diseñará papel pintado y se dedicará a la geometría o a la ornitología. En el mundo del espectáculo puede ser humorista, actor, imitador, bailarín, mimo, acróbata, prestidigitador y trabajar en un circo o hacer funciones de marionetas. En el ámbito deportivo puede ser masajista, dedicarse al tenis, la vela, la esgrima, los saltos de trampolín o incluso el boxeo. Y en la medicina se decantará por las especialidades relacionadas con los pulmones, el aparato locomotor, el tratamiento de alergias y la re-animación, así como el trabajo con adolescentes. En casos extremos, sería el jugador de cartas, trilero, timador o estafador.

Géminis y la Salud

El nuestro cuerpo Géminis representa los pulmones, los hombros, los brazos y las manos, siendo todos ellos órganos dobles que tienen asimismo duplicidad de funciones. Los pulmones inspiran el aire y lo deja salir, del mismo modo que el conocimiento y la información entra a nuestro interior y retorna luego al mundo. Nuestras manos por su parte, en su uso funcional, toman y dejan ir objetos, del mismo modo que acarician o pueden hacer daño.

Se trata de un signo muy receptivo a su entorno, con lo que puede contraer enfermedades contagiosas y padecer trastornos de tipo nervioso o mental. Es propenso a problemas del aparato respiratorio y de locomoción, alergias, bronquitis, asma, eczemas o urticaria, tics, luxaciones, sinusitis y otitis. Por su constante actividad, es frecuente que tenga estados de estrés o trastornos de origen psicosomático, si bien la relajación le lleva a recuperar fuerzas. No parece muy fuerte físicamente pero en cambio suele tener vitalidad y se recupera deprisa, sus enfermedades son más bien cortas y raramente se convierten en crónicas.

Géminis tiende a padecer insomnio lo que le lleva al agotamiento nervioso. A menudo sufre pequeñas molestias constantes más que enfermedades propiamente dichas y a veces siente dolor en dos lugares distintos el cuerpo a la vez. Si se siente mal de forma reiterada suele ser indicio de que hay algo que necesita cambiar en su vida y que tiene cierta importancia. El ejercicio físico moderado, el aire libre y el yoga le resultan beneficiosos.

Comentarios Finales

Para acabar, repasaremos algunos rasgos físicos de Géminis. Hay que tener en cuenta que estas características, al igual que el resto de detalles de la descripción del signo, son generalizaciones y que cada persona (según el resto de posiciones planetarias de su Carta astral, su voluntad de mejora y conocimiento personal), las vivirá de un modo diferente.

El signo Géminis favorece la complexión ligera, estatura más bien alta, movimientos rápidos y gran expresividad. Los rasgos son suaves, la frente alta y despejada, los pómulos también altos y la cara la nariz alargadas. Los ojos son más bien claros bajo cejas arqueadas, son vivos, chispeantes e inquietos, con dificultad para mantener la mirada fija. La piel suele ser clara, aunque broncea con facilidad. El cuerpo tiende a ser esbelto y mantiene, aún con el paso de los años, un aire juvenil y algo etéreo. Los brazos son largos y las manos, cuidadas, son bonitas y gesticulan mucho. El nerviosismo es patente y, dada su gran movilidad, es difícil que se mantenga quieto. Le gustara como es lógico cambiar a menudo su atuendo, que será poco recargado y ligero, cuando no su apariencia.

Géminis es del signo que representa la comunicación pero quizás para entender el auténtico sentido de la misma necesite encontrarlo más allá de las palabras o de las ideas. Tal como dijo Rainer M. Rilke, “ya has dicho tu trabajo visual, ahora, haz tu trabajo de corazón con las imágenes que tienes dentro”.

Famosos nacidos bajo el signo de Géminis

Pascal, Durero, Paul Gauguin, Federico García Lorca, Offenbach, Felipe II, Frank Lloyd Wright, Arthur Conan Doyle, Jean Paul Sartre, Felipe de Edimburgo, John F Kennedy, Schumann, Dante, Walt Whitman, John Dillinger, Charles Aznavour, Bob Dylan, Josephine Baker, Johnny Weismuller, Errol Flynn, Cole Porter, Isadora Duncan, Ernesto Che Guevara, Marilyn Monroe, Ian Fleming, Alain Renais, Rodolfo Valentino, Françoise Sagan, Rosalind Russell, Cole Porter, Wallis Simpson (duquesa de Windsor), Judy Garland, Ana Belén.